La oferta de pacto de Zapatero contra la crisis tendrá un rechazo general
El presidente se enfrenta a una oposición escéptica en el debate de la nación
Todas las señales son inequívocas para el Gobierno: la oposición al completo recibirá las propuestas que hoy exponga el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, con un severo rechazo (PP, CiU, PNV, ERC, IU, ICV, UPyD y NaBai) y, en el mejor de los casos, algunos grupos harán gala de un profundo escepticismo (BNG, CC y UPN) pero dispuestos a escuchar. Aún así, el presidente, que afronta su séptimo debate del estado de la nación y el cuarto como jefe del Ejecutivo, subirá a la tribuna de oradores este mediodía haciendo abstracción de esta realidad, al menos, en su primera intervención. Primero, propondrá un bloque de medidas a corto, medio y largo plazo para las que pedirá el concurso de la oposición, aunque con la mirada puesta en empresarios y sindicatos. Zapatero dejará claro que su apuesta para salir de la crisis se centra en reavivar el diálogo social. Junto a ese instrumento anunciará su objetivo de implicar a las comunidades autónomas en la adopción de medidas que implican gasto.
Por un lado, expondrá un bloque de medidas de choque para crear empleo y de protección de los desempleados, con nuevas formas de subsidio, a través del canal abierto por las autonomías con las rentas básicas o salarios sociales. De la mano del Ministerio de Fomento anunciará "nuevas medidas" de obra pública. El segundo bloque de propuestas será para las reformas estructurales. Tanto la secretaria de Organización, Leire Pajín, como el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, adelantaron que el presidente "presentará líneas para un modelo renovado de crecimiento", así como "la actualización" de los sectores de turismo, automóvil y agroalimentario.
Después de los seguros mazazos de Rajoy, llegará "la moción de censura" del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, que es como ha titulado su propia intervención. En este portavoz prevale "la desconfianza" que le inspira Zapatero porque no ha cumplido anteriores propuestas de pacto y reformas. "No nos creemos nada", asegura el portavoz de ERC, Joan Ridao, que sacará "la carpeta catalana", en su formato más grueso: financiación autonómica, más recursos para la dependencia, promoción de las lenguas cooficiales y el uso del distintivo de Cataluña en la matrícula de los coches. El PNV pondrá en duda que Zapatero tenga un plan de reactivación de la economía y advertirá que su partido "vigilará" que el Gobierno central no arañe al autogobierno vasco.
De la aspereza del debate hará necesariamente abstracción el portavoz socialista, José Antonio Alonso, que, junto a Ramón Jáuregui, secretario general, y un grupo de portavoces de área, entablará mañana mismo negociaciones para intentar pactar resoluciones. Éstas se votarán la siguiente semana, cuando los ecos de la gresca se hayan mitigado.
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