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Celebración del Primero de Mayo

Pocos jóvenes y miedo al expediente

"Es la pescadilla que se muerde la cola: falta gente joven porque el sindicalismo está muerto y el sindicalismo está muerto porque no están en él los jóvenes". El desolador diagnóstico no le impedía a Manuel, un trabajador de la industria de 55 años, lucir su pegatina de CCOO mientras marchaba por la Gran Vía de Bilbao con el grueso de la manifestación conjunta de esta central y UGT. La respuesta a sus palabras resonaba a escasos 50 metros. Una batucada, un grupo de percusión al estilo brasileño, parecía congregar, tambor en ristre, al grueso de los menores de 30 años que no acompañaban a sus padres.

Al frente de la banda, Santiago Martínez, secretario general de las juventudes de CCOO en Euskadi, auguraba que "el contexto económico" llevará sangre fresca a los sindicatos. La ausencia de jóvenes también era comentada entre los militantes y simpatizantes de UGT. Olga Gordo, que había acudido a la marcha con sus tres hijos adolescentes, "como todos los años", veía, no obstante, "más gente y más joven" que otras veces.

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Los expedientes de regulación de empleo también centraban muchas conversaciones y llenaban bastantes pancartas. "Parece que es imposible evitar el ERE, así que sólo nos queda luchar para limitarlo", relataba Antonio Aguilera, miembro del comité de empresa de Arcelor Mittal.

"No echo de menos la violencia de las manifas de los setenta, pero éstos tienen que hacerse notar más", se quejaba Isidro, un obrero prejubilado. Los músicos callejeros habituales de la Gran Vía ponían tocando La Internacional una nota melancólica a sus palabras.

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