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Detenido un dirigente ecologista por extorsionar a empresarios

Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a Carlos Montero, de 53 años, vecino de Gausac (Val d'Aran) y presidente de la asociación ecologista Aran Valor Natural (Avalon), como presunto autor de un delito continuado de extorsión a empresarios, a los que, según la policía, exigía dinero a cambio de no ser denunciados por supuestas infracciones medioambientales. Miquel Claverol, abogado de la entidad de 45 años, también ha sido arrestado. La investigación comenzó hace cuatro meses tras la denuncia de una de las víctimas. Fue cuando la policía tuvo conocimiento de que los dos arrestados exigían bajo amenazas dinero a empresarios del valle.

Los arrestados amenazaban a los empresarios -la mayoría del sector de la construcción- con utilizar irregularidades en sus negocios para acabar denunciándolos administrativa o judicialmente. Para ello utilizaban la cobertura de Avalon.

La investigación ha permitido determinar que hay como mínimo una decena de empresarios araneses que han sido extorsionados y se han visto obligados a realizar pagos que en algunos casos podrían ser de hasta 4.000 euros. Todo parece indicar que los pagos se hacían como donaciones a la entidad ecologista, aunque todavía no se ha podido determinar ni el montante del dinero conseguido por este procedimiento ni el destino que los arrestados le han dado. Algunas personas del Aran consultadas ayer señalaron que la conducta supuestamente delictiva de Montero era un secreto a voces en el valle, donde no goza de muchas simpatías.

Avalon es una asociación sin ánimo de lucro que tiene entre sus objetivos, la integración del inmigrante, la conservación del medio ambiente y la protección de los animales domésticos. Montero, su fundador y presidente, es natural de Zaragoza y vive en Aran desde 1988. En los últimos años ha tenido una destacada presencia en la prensa de Lleida por la cantidad de cartas publicadas y decenas de denuncias presentadas por temas de urbanismo y medio ambiente.

En septiembre, Montero y el abogado Claverol se reunieron con el fiscal jefe de Lleida para interesarse por los expedientes abiertos a raíz de las denuncias presentadas. En esa reunión también pidieron que se investigaran los presuntos ataques morales y físicos a Montero, que denunció una agresión sufrida meses antes mientras escapaba de los autores de un vertido de escombros en Les, que le sorprendieron fotografiando la acción.

El dedo acusador de Montero apuntó en todas las direcciones y sus denuncias salpicaron a empresas, particulares e instituciones aranesas. Se mostró muy combativo contra las construcciones ilegales, los vertidos incontrolados de escombros, la contaminación de los ríos y la defensa de la fauna. Su última cruzada ecologista en favor de la continuidad de la osa Hvala le llevó a denunciar al Departamento de Medio Ambiente del Conselh Generau d'Aran y a su síndico, Francesc Boya, por intentar capturar al animal que presuntamente atacó a un cazador. Esa denuncia, como la mayoría de las presentadas, fue archivada.

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