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Zapatero coloca de delegada del Gobierno a una estrecha colaboradora

Amparo Valcarce rechazó ir a las listas europeas tras ser descartada por Trinidad Jiménez - Fue la mano derecha del presidente en LeónLos socialistas creen que tiene un perfil político bueno para hacer frente a Aguirre

Jesús Sérvulo González

La crisis de Gobierno diseñada por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha tenido efectos secundarios en Madrid. Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Asuntos Sociales hasta hace una semana, será la próxima delegada del Gobierno tras ser descartada por la ministra de Sanidad y Políticas Sociales, Trinidad Jiménez. Valcarce sustituirá, cuando sea nombrada, previsiblemente en el Consejo de Ministros de mañana, a Soledad Mestre, cuyo relevo se había convertido en un rumor persistente en los corrillos políticos de Madrid. La labor de Mestre al frente de los cuerpos de la Seguridad del Estado ha sido criticada en voz alta por miembros del Gobierno regional y por los sindicatos policiales. Y también entre susurros por dirigentes de su partido en la región.

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La designación de Valcarce ha sido una decisión política cocinada en La Moncloa, según varias fuentes socialistas. El rompecabezas de Zapatero para el nuevo Gobierno llevaba implícita la recolocación de Valcarce, íntima amiga y estrecha colaboradora del presidente desde que éste iniciase su actividad política en León. El desembarco de Jiménez en Sanidad y Política Social tenía el cometido de dar un empujón a la Ley de Dependencia, una labor hasta entonces en manos de Valcarce. A ésta se le ofreció un puesto en las listas europeas, que rechazó, según las mismas fuentes.Valcarce no contaba con la complicidad de Trinidad Jiménez, que buscaba una persona de su confianza para relanzar la Ley de Dependencia. Según fuentes del Partido Socialista, su relevo estaba pactado entre la nueva ministra y Zapatero. La jugada quedó clara tras la reestructuración del ministerio. Desde el pasado viernes, la Secretaría de Estado de Política Social fue rebajada a secretaría general, un rango menor. Valcarce había sido relegada. Y había que encontrarle un nuevo acomodo.

Zapatero le ofreció ir en las listas al Parlamento Europeo. Pero la todavía secretaria general de Servicios Sociales renunció a formar parte de esta candidatura, desvelan varias fuentes socialistas. No quería ir a Bruselas, confirman, y había que buscar otra opción. La solución estaba en Madrid. El relevo en la Delegación del Gobierno era un asunto pendiente que se había retrasado en varias ocasiones.

Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con Mestre. La delegada del Gobierno, que ha ocupado el cargo durante tres años, acumula críticas por permitir concentraciones de movimientos radicales. Los reproches han arreciado tras la manifestación el pasado 28 de marzo de un grupo ultraderechista en Vallecas. La polémica provocó que otro grupo antisistema ocupase la sede socialista de Vallecas días después en señal de protesta.

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Como responsable de la seguridad en la región, Mestre ha sido testigo de la muerte del joven antisistema Carlos Palomino en noviembre de 2007 en Legazpi, del atentado de la T-4 en diciembre de 2006, el caso Bloque en Coslada, la oleada de atracos en el verano de 2008, el mediático asalto a la casa de José Luis Moreno, el asesinato del joven Álvaro Ussía en noviembre de 2008 en el Balcón de Rosales y la sucesión de alunizajes en comercios de la región, sobre todo en la denominada milla de oro. Las críticas le llegan también de los sindicatos policiales, que la acusan de falta de diálogo en sus reclamaciones para un plus de capitalidad.

La designación de Valcarce ha encontrado posturas enfrentadas en el Partido Socialista de Madrid (PSM). Una fuente de los socialistas madrileños se felicita del nombramiento de Valcarce y, sobre todo, del cese de Mestre: "No había ningún tipo de sintonía de ella con el partido en Madrid", arguyen. "Si había una consigna de no acudir a algún acto, ella aparecía, o contradecía en sus declaraciones la postura oficial". Otras fuentes del PSM destacan la experiencia de Valcarce en Asuntos Sociales y su perfil más político, "muy adecuado para hacer frente a Esperanza Aguirre, que se preocupa poco por lo social". Un portavoz del PSM destaca la buena sintonía de Valcarce con el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, con el que han coincidido en varios actos. Pero no todo han sido parabienes. Algunos reprochan a la dirección que coloque a la secretaria general del partido en León como representante del Gobierno en Madrid.

Amparo Valcarce (segunda por la derecha en la tercera fila), en el Congreso de los Diputados en 2003.
Amparo Valcarce (segunda por la derecha en la tercera fila), en el Congreso de los Diputados en 2003.M. GENER

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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