Nueva sede para olvidar el fraude

"Una nueva fase". "Transparencia". "Instalaciones modélicas". Las declaraciones de los congredados ayer en la nueva sede de la Hacienda de Irún no eran sin intención. La Diputación de Guipúzcoa sabe que, para dejar atrás el mayor escándalo político en la historia de la provincia, el fraude cometido en la oficina de la Hacienda foral en esa localidad, la institución anda necesitada de actos simbólicos. El ente foral aprovechó ayer el lanzamiento de la Campaña de la Renta 2008 para inaugurar la nueva sede de Hacienda. La ironía quiso que la nueva sede esté situada a unos pasos del Palacio de Justicia que alberga el Juzgado de Instrucción número 2 de Irún, que instruye la causa contra la trama dirigida por José María Bravo, que supuestamente puso en marcha en la otra oficina una maquinaria para para defraudar 8,1 millones de euros al fisco y apropiarse de 1,7 millones de deudas de morosos.

La nueva oficina está a unos pasos del juzgado que investiga el fraude

El diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano (PNV), recalcó en la inauguración que esta nueva fase el ente foral asume el compromiso de "mejora de la gestión, de mejora del control y también de mejora de la seguridad de los datos y la transparencia". Olano fue acompañado por el Diputado de Hacienda y Finanzas, Pello González (EA) y por el teniente de alcalde tercero de la localidad, el socialista Félix Asensio.

Incidió el máximo responsable foral en que, con la nueva oficina, se pretende mejorar el control para evitar fraudes como el cometido antaño. Asensio, por su parte, señaló que espera que la localidad sea recordada por tener unas "instalaciones modélicas" de Hacienda y "no por otra cosa". Las nueva sede, ubicada en un inmueble de reciente construcción en la Avenida de Iparralde, cuenta con 1.000 metros cuadrados, triplicando así en la superficie de las anteriores oficinas. En ellas trabajarán media docena de personas, aunque se prevé un aumento la plantilla a medio plazo.

Casi la mitad del nuevo espacio se dedicará a la atención ordinaria a los ciudadanos durante todo el año. El resto del local, que tiene su propia entrada, se utilizará únicamente durante la campaña de la renta, que este año terminará el 25 de junio. Las obras han supuesto una inversión de 900.000 euros. El responsable de Hacienda y Finanzas se felicitó también por la marcha de las autoliquidacones, ya que el 40% de las enviadas desde la semana pasada han sido aceptadas, lo que duplica el nivel de asentimientos de la pasada campaña. "La maquinaria de la Hacienda foral está suficientemente engrasada y está cumpliendo satisfactoriamente con los compromisos", añadió González.

La Hacienda foral prevé devolver una media de 1.147 euros por cada declaración que salga a devolver. Sus responsables recalcaron también que durante esta campaña se pondrán en marcha todos los mecanismos que estén a su alcance para "luchar y tener tolerancia cero con el fraude".