Metro reduce los trenes en tres de las líneas más usadas

Ya lo habían avisado. A menos viajeros, menos trenes. El metro de Madrid perdió más de cuatro millones de usuarios en 2008. Y siguen cayendo en 2009 por la crisis. Para evitar volver a subir las tarifas (que el Consorcio Regional de Transportes incrementó dos veces el año pasado hasta sumar un 8,36% más de media) sólo quedaba una solución: recortar el número de vagones. Y así lo han hecho. De lunes a viernes circulan 43 trenes menos que hace un año por los túneles, según las tablas de servicio de Metro de Madrid que reparten 3.568 trenes por la red. El recorte, que lleva aparejadas mayores esperas, afecta a algunas de las líneas con más viajeros.

La empresa pública lo justifica como "una planificación para ajustar la oferta a la demanda", según Isaac Centella, director de Operaciones de Metro. Tres de las cinco líneas con más usuarios de toda la red -y en las que el número de viajeros ha caído menos, o nada, en el último año- pierden entre el 2,3% y el 11,7% de sus trenes en días laborables. Son las líneas 1 (la celeste, Pinar de Chamartín-Valdecarros), la 3 (amarilla, Moncloa-Villaverde Alto) y la 5 (la verde, Alameda de Osuna-Casa de Campo).

Las líneas 1, 3 y 5 son las que más vagones pierden. La circular los gana

El ajuste supone también más trenes para la línea más saturada y con más problemas de todas, la 6 (circular), que gana 15 coches diarios de lunes a viernes. La línea 7, que creció hace un año hasta el Corredor del Henares, (la naranja, Pitis-Hospital del Henares) tiene 16 coches más también en días laborables. Los fines de semana apenas varía el servicio en toda la red.

Entre 2007 y 2008, la línea 1 perdió un 0,3% de viajeros. La usaron 107,7 millones de personas el año pasado. Es la segunda con más demanda, después de la circular, y una de las más extensas, con 23 kilómetros y 33 estaciones. Durante todo el invierno ha funcionado con 35 trenes menos, un 8% del total.

Parte de su recorrido (el tramo de Atocha a Chamartín) coincide con el nuevo túnel de Cercanías, inaugurado el pasado verano, que permite a los viajeros llegar antes de una estación a otra o bajarse en cualquiera de las dos con el mismo tren de Renfe. El nuevo túnel es una de las razones que da Metro para reducir sus trenes, a pesar de que el número de usuarios apenas ha bajado de momento. La celeste no pierde ninguno en hora punta de mañana. A las 8.00 circulan hasta 42 trenes, igual que hace un año. Pero sí en la de la tarde. A las 18.00, hay ocho coches menos circulando por los andenes.

La línea 3, que creció ocho kilómetros hasta Villaverde antes de las últimas elecciones regionales tras décadas de peticiones vecinales, es la que más ha crecido en número de usuarios junto con Ópera-Príncipe Pío. En un año ha subido un 6,1% la demanda y roza los 64 millones de viajeros. Es la quinta más utilizada de la red. Pero sus trenes han menguado un 11,7%. Ha perdido 30 entre las 11.00 y 21.00 horas. La línea 5, la tercera en demanda de la red con 81,1 millones de viajeros (un 1,1% menos que hace un año) ha perdido nueve trenes (2,3%), dos de ellos a primera hora de la mañana.

"Ajustamos según los criterios de calidad que fija el Consorcio Regional de Transportes", justifica Centella.

¿Cuáles son esos criterios? Según Metro, una media de espera entre tren y tren de 4,5 minutos y 3,5 viajeros por cada metro cuadrado. Otro criterio, que no haya contacto físico entre los usuarios (difícil de aplicar en algunas líneas a las 8.00). En su última comparecencia en la Asamblea de Madrid, a principios de marzo, el gerente de Metro, Ildefonso de Matías, aseguró que los cambios de frecuencia tras los recortes "no superan un minuto de espera" en el andén para los viajeros y que "su comodidad está garantizada". Centella, por su parte, añade que "muchos otros metros del mundo diseñan sus planes para seis viajeros por metro cuadrado". En las manifestaciones más concurridas, el cálculo que se aplica es de cuatro personas por metro cuadrado.

"Tenemos más kilómetros de metro que nadie, pero menos calidad", critica Modesto Nolla, portavoz del PSOE en la Comisión de Transportes, donde ha pedido explicaciones por este recorte. Él considera que si continúan los recortes, "la gente ya no se va a encontrar cómoda en el metro y se van a perder aún más viajeros".