"Se está creando un sistema paralelo para menores extranjeros"

Ángeles de Palma, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona (UB) y experta en cuestiones de menores extranjeros, participó recientemente en unas jornadas sobre derecho y extranjería organizadas por la UPV en Bilbao.

Pregunta. ¿Se les trata como menores o como inmigrantes?

Respuesta. Su condición de inmigrantes pesa demasiado. Lo que debe primar es la condición de menor. Aunque las comunidades no tienen por qué crear recursos para estos chavales distintos de los de los autóctonos, se está tendiendo a montar un sistema paralelo. Tienen que tener el mismo trato que los autóctonos. La ley no justifica ninguna diferencia en el trato, a menos que ésta se realice pensando en el interés del menor. El Defensor del Pueblo andaluz argumentó en su momento que podía estar justificado mantenerles aparte en la primera acogida, pero lo ideal sería que después de una fase de integración pasaran al mismo sistema.

"¿Por qué no plantear acogidas familiares remuneradas?"

P. ¿Resulta muy común la práctica de pagarles un billete para que los menores inmigrantes se marchen a otra comunidad autónoma?

R. Esto vengo oyendo desde hace años, pero la cuestión es ¿quién paga? No está claro. No quiero ni pensar que lo hacen las administraciones con dinero público. En Cataluña se habló de esto hace varios años. De hecho, se decía que se les estaban pagando billetes para ir al País Vasco. Lo que oigo en las entidades sociales que trabajan con ellos es que se los quitan de encima pagándoles el billete. No sé quién está detrás de esto. Hay una tendencia a ayudar a los que se portan bien y a incitar a los que se portan mal a irse.

P. ¿Cuál es su opinión sobre la alarma social generada por los delitos cometidos por los menores inmigrantes fugados del centro de Deba?

R. He estado leyendo los comentarios que dejaba la gente en Internet y dan miedo. Está claro que hay menores conflictivos, pero los estudios efectuados no muestran que sean más problemáticos que los autóctonos, y para éstos hay centros donde se tratan sus trastornos de comportamiento. No obstante, algunas declaraciones están justificadas. No se puede planificar sin saber cuántos vienen.

P. ¿El sistema de cupos sería una solución?

R. No lo sé, pero lo ideal sería que las comunidades y el Estado se sentasen a hablar. No es aceptable una situación en la que los que les den un trato adecuado teman el efecto llamada y que la solución sea tratarles mal y no crear recursos.

Hay que implicar más al Estado, que se olvida del elemento de extranjería y de su responsabilidad en el control de las fronteras. ¿Un Estado como España no es capaz de sacar adelante a 6.000 u 8.000 menores? No lo creo. Por ahora sólo se está planteando atenderles en centros. ¿Por qué no hablar de acogimiento familiar remunerado, incluso en el seno de familias de sus países de origen? En Inglaterra, los centros son el último recurso.