112.000 gallegos conviven con niveles de ruido excesivos
Residen en 48.000 viviendas al pie de carreteras con tráfico excesivo
Dice la Ley del Ruido que en zonas residenciales no deberían registrarse ruidos de más de 60 decibelios. Pero en Galicia son 112.100 personas las que conviven con sonidos de niveles superiores. Están repartidas en unas 48.000 casas situadas a pie de carreteras estatales de gran capacidad, con un tráfico superior a seis millones de vehículos al año. Galicia está a la cabeza, sólo después de Cataluña (que tiene cuatro millones de habitantes más), en la clasificación de población expuesta a ruidos excesivos. Es una de las conclusiones de la primera fase de elaboración de los Mapas Estratégicos de Ruido elaborados por la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento.
El estudio ha seleccionado 14 zonas conflictivas situadas en las cuatro capitales de provincia (Lugo, A Coruña, Pontevedra y Ourense) y en cinco ciudades más: Ferrol, Padrón, Santiago, Vigo, O Porriño y Redondela. En total, representan 33,59 kilómetros de los 279,22 totales del estudio. Las áreas que concentran mayores puntos negros de ruido son la Avenida Pasaxe de A Coruña (AC-12) y ciertos barrios de Santiago (SC-20) y Vigo (A-55).
74 colegios sufren sonidos superiores a los permitidos por la ley
Fomento propone instalar 37.500 metros de pantallas acústicas
Galicia es la segunda comunidad con más población expuesta al ruido
La avenida Pasaxe de A Coruña y ciertos barrios de Vigo, las zonas más afectadas
La mayoría de personas afectadas por ruidos dañinos a pie de carretera (59.200) sufre niveles de entre 55 y 60 decibelios. Aunque la ley estatal marca el límite recomendado en 60, el estudio también contempla umbrales inferiores porque mide el ruido al alza. "La metodología de la estimación obliga a considerar condiciones meteorológicas adversas que suponen un incremento de hasta tres decibelios en los niveles de ruido reales", puntualiza el jefe del Área de Planeamiento de la Dirección General de Carreteras, Jesús Rubio. Aun así, según este estudio encargado por la Unión Europea, hay casi 93.000 personas en Galicia que sufren ruidos de más de 60 decibelios. Y de ellas, 4.900 conviven con sonidos superiores a 75 decibelios. Un lamentable récord que sólo superan los catalanes con 10.000 damnificados más.
En España son 1.643.600 las personas que soportan valores de ruido ocasionados por el tráfico superior a los 55 decibelios en sus viviendas. La contaminación acústica se concentra en grandes ciudades y áreas metropolitanas como Sevilla, Madrid, Barcelona y Valencia. Pero los mayores valores de población expuesta por kilómetro de carretera se sitúan, por este orden, en Cataluña, Galicia, Andalucía y Madrid. La dispersión geográfica es la responsable de que Galicia (con una población mucho menor que el resto de comunidades) ocupe un puesto destacado en esta clasificación.
Pero el tráfico no sólo afecta a viviendas. En Galicia hay muchos colegios y hospitales a pie de carretera y en zonas con circulación excesiva. En total, 74 centros docentes (la mayoría en Vigo y Santiago) sufren niveles de ruido superiores a los 55 decibelios. Este es el rasero que establece la Ley del Ruido para zonas en las que predomina el suelo de uso sanitario, docente y cultural, "que requiere una especial protección contra la contaminación acústica". 18 hospitales gallegos (entre ellos, el Complejo Hospitalario de A Coruña y el Hospital Psiquiátrico de Conxo) están fuera de ese arco de amparo y sufren ruidos que superan el límite recomendado. Algunos hasta rebasan los 75.
Con los mapas estratégicos de ruido sobre la mesa, la Dirección General de Carreteras redactó un Plan de Acción con el horizonte de 2012 para disminuir tanto los niveles de ruido como el número de personas expuestas a raseros superiores a los establecidos por la ley. Este proyecto, que se incluirá en el Plan Sectorial de Carreteras que está elaborando el Ministerio de Fomento, tiene dos objetivos: la reducción de ruido en la fuente y la reducción de la transmisión del sonido mediante la instalación de barreras anti-ruido.
En el primer caso, la Dirección General de Carreteras sólo intervendrá en los pavimentos. "Ya hay muchos kilómetros de carreteras con pavimentos drenantes y algunos de doble capa que reducen significativamente los niveles de emisión de ruido", explica Rubio. En un futuro próximo, Fomento tiene previsto clasificar los distintos tipos de suelo para establecer criterios de utilización.
Pero la línea básica de actuación del plan se centra en las barreras acústicas, que absorben el ruido emitido por la carretera. Tras el análisis de los resultados de los mapas estratégicos se han definido 584 tramos de carreteras de toda España donde se propone la instalación de una pantalla acústica. En todos ellos, más de 300 personas están expuestas a niveles de ruido superiores a los permitidos por la ley.
En las carreteras gallegas de titularidad estatal, Fomento propone 37.500 metros de pantallas anti-ruido distribuidas en 42 zonas conflictivas que costarían 22 millones de euros. Este sistema, considerado de "alta prioridad", beneficiaría a 71.000 personas. La Dirección General de Carreteras propone también la instalación, aunque de carácter menos urgente, de otros 57.100 metros de pantallas que mejorarían la calidad de vida de 20.614 gallegos. La inversión, en este caso, sería de más de 34 millones de euros.
El informe de la Dirección General de Carreteras advierte de que la instalación de una pantalla acústica resulta, a veces, cuestionable por su "escasa eficacia o por las dificultades técnicas de su instalación". Jesús Rubio explica que se debe evaluar la viabilidad técnica de la obra y desestimarla si "no hay suficiente espacio o si la pantalla está en un punto de la montaña muy superior a la vía".
Este tipo de intervenciones, que el Plan de Acción califica de "complejas", deberán abordarse mediante planes zonales específicos. En Galicia afectan a 7.600 metros de carretera, cuya mejora repercutiría en 13.312 personas.
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