Ibarretxe mantiene con múltiples actos su intención de gobernar hasta el final

Si algo caracteriza al lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, es su constancia, que algunos llaman cabezonería. Tras las elecciones aseguró que su Ejecutivo gobernará hasta el final y parece querer demostrarlo día a día. Más allá de polémicas decisiones, como la de la puesta en marcha de las ayudas a familiares de presos o la convocatoria de la provisión de puestos del Instituto de Finanzas, Ibarretxe mantiene una apretada agenda. Ayer recibió a los responsables de los cluster productivos en la Lehendakaritza y hoy acude a la inauguración del centro de mejora del rendimiento del deportista, recuperación y rehabilitación UPS Araba Sport Clinic, en Vitoria, en la ciudad deportiva del Baskonia (BAKH).

El PNV usa el Gobierno para hacer contrapunto al pacto de PSE y PP

El encuentro con los representantes de los clusters (automoción, aeronáutico, telecomunicaciones, etc.) sirvió para analizar la marcha de los distintos sectores. Ibarretxe escuchó la situación de cada uno de ellos, en una visita que estaba programada antes de las elecciones e independientemente del resultado. Hace tres meses ya tuvo una reunión similar para evaluar el impacto de la crisis económica en Euskadi.

Ibarretxe mantiene en alto la decisión de su partido de estar presente en la sociedad. Anticipó que el PNV gobernaría desde los ayuntamientos, diputaciones y Parlamento y no hace más que dar señales de que su formación está activa. El hecho de que el PNV haya aceptado ya, según admitió el martes el presidente de la formación en Guipúzcoa, Joseba Egibar, que el nuevo gobierno socialista, fruto del pacto PSE y PP, no va a ser débil y tiene vocación de durar toda la legislatura, no le impide a Ibarretxe y a su Ejecutivo usar todos los resortes legales a su alcance para intentar marcar la agenda política. El Gobierno en funciones ha tomado como parte de su tarea institucional hacer ya oposición al pacto y al Gabinete que lidere el socialista Patxi López.

Ibarretxe apura el mes corto que le queda, tras diez años en el poder, para acudir a diferentes actos sociales, pero aún no ha precisado cuál va a ser su futuro político, una vez pierda la votación de investidura ante López. La única realidad es la reiterada advertencia a los socialistas de que no se les va a dar tregua en ninguna institución. Esta beligerancia, que ya se nota en las Cortes Generales, puede acabar costando a los nacionalistas el Gobierno en la Diputación de Álava