Zapatero defiende que los sindicatos acudan al G-20

En la primera intervención de José Luis Rodríguez Zapatero hoy ante el plenario del G-20, el presidente del Gobierno defenderá la presencia de las organizaciones sindicales y empresariales en este foro. Así lo prometió ayer en la inauguración del congreso de la UGT. No será el único punto de su discurso. En él también hay cabida para "defender la transformación del sistema financiero", un compromiso firme para acabar con los paraísos fiscales, un comportamiento más estable del crédito y el rechazo al "escándalo de las retribuciones" a los ejecutivos financieros.

Antes, en la cena que Brown ofreció anoche a los mandatarios en su residencia oficial de Downing Street, Zapatero intervino para explicar que España, en coordinación con otros países, ha hecho ya un importante esfuerzo fiscal para salir de la crisis, como ha reconocido la OCDE, por lo que a su juicio se debe esperar a ver si las medidas ya adoptadas producen los frutos esperados. "Llegado el caso, si fuera necesario un esfuerzo adicional, habría que centrase en sectores concretos con potencial de crecimiento", agregó el presidente, según fuentes gubernamentales, quienes dijeron que aludió a la I+D+I (investigación, desarrollo e innovación), la economía verde, las ciencias de la salud o la biotecnología. En opinión del Gobierno español, antes del verano podrá verificarse la eficacia de las medidas ya tomadas y en otoño se adoptarán otras nuevas, siempre que fuera necesario. Y hubiera margen para ello.

El presidente español se sentó en la cena oficial junto a Berlusconi

Zapatero, que acudió a Londres sin la compañía de su esposa, al contrario que la mayoría de los mandatarios, se sentó a la mesa entre el presidente de Sudáfrica y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, mientras que Obama lo hizo entre la canciller alemana y el primer ministro coreano. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, participó en otra cena con sus homólogos.

Poco antes de partir hacia Londres, en el congreso de UGT, Zapatero aseguró que no permitirá que se salga de la recesión recortando los derechos de los trabajadores y defendió las iniciativas anticrisis que el Ejecutivo ha adoptado hasta el momento. "Las medidas empiezan a funcionar", afirmó.El presidente del Gobierno -que estaba arropado por cinco ministros-, jugaba en casa. Cuando llegó al palacio municipal de congresos de Madrid, donde se celebra el 40º congreso de UGT bajo el lema El trabajo es primero hasta el próximo sábado, no faltaron delegados que se quisieran hacer fotos con Zapatero. Así que aprovechó para tratar de recabar oxígeno sindical. Y lo hizo en un momento en que el Gobierno, acosado por la crisis, encuentra problemas serios para sacar adelante sus iniciativas en el Parlamento, el diálogo social hace aguas sin llegar a resultados concretos y en los sindicatos mayoritarios aparecen voces críticas con su gestión. A sus compañeros de UGT, Zapatero recordó que es afiliado al sindicato, les dijo: "Necesito vuestro apoyo y vuestro cariño".

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, por su parte, aprovechó su intervenciónpara cargar con dureza contra la CEOE. Méndez reclamó a la patronal la misma "actitud responsable" que tuvieron los sindicatos en la época de bonanza. Estas palabras eran una alusión directa a la negativa de la patronal a firmar subidas salariales del 2% por la caída de los precios, cuando esa era la cifra de referencia en años anteriores, cuando la inflación estaba por encima.

Además, Méndez, que opta por quinta vez a renovar un cargo que ocupa desde 1994, acusó a la patronal de endurecer su postura al pasar de no creer necesaria una reforma laboral a defender ahora el abaratamiento del despido. También el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, rechazó esta opción. "Tenemos un modelo de relaciones muy flexible, Gerardo", afirmó dirigiéndose al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, presente en el acto.