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El 'crash' inmobiliario dispara un 28% los contratos de alquiler de pisos

Las rentas crecen por primera vez en 10 años por debajo de la inflación, el 1%

Lluís Pellicer

El alquiler de pisos ha sido en los últimos años el patito feo del sector inmobiliario, pero la recesión ha dado un vuelco a esta realidad. Ante la imposibilidad de vender, los propietarios buscan los ingresos del alquiler. El mercado de la vivienda para arrendar se disparó el año pasado el 27,9% en Cataluña. Se alquilaron 80.126 pisos, frente a los 62.671 de 2007, según el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. Los precios, además, subieron el 1,1%, cuando hacía al menos una década que no se incrementaban por debajo de la inflación.

El lento avance del arrendamiento de pisos ha sido un quebradero de cabeza para las administraciones. Por ello, las principales medidas de los últimos años han ido dirigidas a reactivar este mercado. Las restricciones en la concesión de hipotecas y la imposibilidad de acceder a una vivienda en propiedad le han dado alas. El año pasado se firmaron el doble de contratos de alquiler que en 2003, cuando apenas había 40.000 nuevos al año. Despuntó incluso en Barcelona, donde estaba completamente estancado desde 2005. El año pasado optaron por esta fórmula 27.414 personas, el 13,5% más que el año anterior.

Las estadísticas de la Generalitat, basadas en las fianzas de los inquilinos (que se depositan en el Instituto Catalán del Suelo), indican que, por primera vez desde que arrancó el boom inmobiliario, el mercado del alquiler supera al de las compraventas. Los arrendamientos suponen ya el 55,8% de los contratos firmados el año pasado en Cataluña. Ello se debe tanto a la subida de los contratos de alquiler como al descenso del 43,7% en las transacciones de pisos.

Las empresas de intermediación inmobiliaria se han percatado de que la demanda se ha desplazado hacia el alquiler a causa de la dificultad de acceder al crédito. Sin embargo, la secretaria de Vivienda de la Generalitat, Carme Trilla, también lo atribuye a las políticas de fomento del alquiler. "Sin duda, hay un aumento importante de la demanda que implica que haya también más oferta. Pero es cierto que los propietarios tienen más seguridad y garantías que antes, con medidas como los avales públicos", sostiene.

Trilla baraja dos hipótesis más. La primera, que los promotores hayan puesto en régimen de arrendamiento parte de las viviendas que no pueden vender. De hecho, la principal oferta del año pasado en los salones inmobiliarios era el alquiler con opción a compra y los intermediarios decidían colgar el cartel de se alquila a pisos de los que no se podían desprender.

Este aumento de oferta de pisos nuevos en alquiler explica que las rentas apenas aumentaran. Los precios se incrementaron el 3,8% en Barcelona, y en el resto de Cataluña, el 0,4%. En ambos casos, el mercado de alquiler llevaba desde 2002 acusando incrementos superiores al 10%.

La segunda posibilidad que señala Trilla es una mayor rotación en el mercado de alquiler. Es decir, un cambio más frecuente de domicilio de los ciudadanos, entre otros motivos por la movilidad laboral.

Con estos datos, el titular de la cartera de Vivienda, Francesc Baltasar, podrá sacar pecho hoy cuando se reúna con el resto de los firmantes del Pacto Nacional de Vivienda. Uno de los objetivos de este documento acordado con patronales, sindicatos y cooperativas era precisamente ampliar el parque de alquiler.

Pisos sociales en obras inacabadas

La Fundación La Caixa aprovechará las dificultades del sector inmobiliario para engrosar su cartera de viviendas sociales. La entidad invertirá 150 millones de euros para ampliar en 1.000 su programa de pisos de alquiler asequible. Lo hará terminando promociones de toda España que han quedado paradas por la crisis y que comprará a las inmobiliarias.

"La crisis es un momento de dificultades, pero también de oportunidades", aseguró ayer el director general de la fundación, Jaume Lanaspa. Estos 1.000 pisos se sumarán a los 3.000 que la Obra Social de la entidad ya preveía promover para destinarlos al alquiler de precio protegido.

Este aumento en la cartera de pisos que gestionará la Obra Social permitirá ampliar el acceso a otro segmento de población. Hasta ahora, sólo podían acceder a ellos los jóvenes de menos de 35 años y los mayores de 65. También podrán hacerlo todos los ciudadanos cuya renta no supere el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM).

La primera promoción será de 150 pisos, se construirá en Sentmenat (Vallès Occidental) y el alquiler será de unos 525 euros al mes. Los beneficiarios tendrán opción de compra a los 10 años y parte del alquiler contabilizará como pago del precio del piso, que será de unos 145.000 euros.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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