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Los sindicatos nacionalistas reciben al nuevo Gobierno con una huelga general

Sus portavoces desvinculan la movilización del 21 de mayo de la agenda política

Los sindicatos nacionalistas han preparado al primer Gobierno del socialista Patxi López un recibimiento de alta tensión. ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU anunciaron ayer la convocatoria de una huelga general para el día 21 de mayo en Euskadi y Navarra, que atribuyeron exclusivamente a motivos laborales, aunque el futuro nuevo Ejecutivo liderado por el PSE-EE y sustentado por el grupo parlamentario del PP, no les genere ninguna credibilidad. "La agenda sindical no depende de la alternancia", dijo el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, para desvincular la protesta del cambio político que se inicia tras las elecciones autonómicas del 1-M. "No estamos hablando del Gobierno de turno, no es una protesta técnica, sino ideológica", apuntó la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide.

"Se han sumado al PNV para no dar ni aire al Gobierno de López", dice Ares

Los sindicatos centraron la convocatoria en un acto de solidaridad con los 45.121 empleos destruidos en las dos comunidades autónomas entre febrero de 2008 y de 2009, el 42% más que en el periodo anterior.

En cualquier caso la fecha de la huelga general, que podría haberse adelantado o retrasado para no interferir el calendario político, llegará apenas tres semanas después del nombramiento de Patxi López como primer lehendakari no nacionalista después de tres décadas de gobiernos liderados por el PNV.

Además, los convocantes de la movilización saben que el futuro presidente vasco anunció como una de sus prioridades la convocatoria urgente de todos los agentes sociales para elaborar un plan de choque contra la crisis. Los firmantes del manifiesto por la huelga general, que no han invitado a sumarse al acto ni a CC OO ni a UGT, rechazaron de manera implícita esa oferta al calificar de "carcasa vacía" el diálogo social. Aseguraron que no consideran capaz al nuevo Ejecutivo de afrontar las necesarias reformas fiscales, laborales y sociales "en contra de los criterios de la patronal".

Los sindicatos creen que no hay demasiadas diferencias entre los posibles gobiernos, porque el principal instrumento de actuación económica, los presupuestos generales, han sido aprobados tanto en Madrid como en Vitoria, gracias a los acuerdos entre el PSOE y los peneuvistas.

A pesar del malestar del resto de los agentes sociales por una convocatoria que no entienden en un momento económico y socialmente tan crítico, el Gobierno vasco prefirió esquivar el asunto. La portavoz, Miren Azkarate, se escudó en que para esa fecha Juan José Ibarretxe y los tres partidos que sustentan su Ejecutivo habrán finalizado su mandato y estarán en la oposición. "No me pidan que realice valoraciones y posicionamientos sobre algo que ya no nos va a incumbir", dijo.

De las huelgas generales de los últimos diez años sólo la de 1999, en demanda de las 35 horas, fue convocada por motivos sindicales. En 2002 los sindicatos celebraron una huelga contra el Gobierno del PP liderado por José María Aznar, que en Euskadi se hizo por separado, al convocar ELA y LAB un día después. Y la última fue el 14 de febrero del pasado año. La izquierda abertzale reclamaba "un marco democrático".

Quien sí anunció que se sumará a la huelga general es Aralar. Su vicecoordinador, Jon Abril, aseguró que los trabajadores "no tienen por qué cargar" con los efectos de una crisis que no han creado. Aralar coincide con estos sindicatos en que las ayudas gubernamentales sólo han servido para ayudar a refinanciar a las grandes empresas.

El secretario de Organización del PSE-EE, Rodolfo Ares, cree que los sindicatos nacionalistas se han sumado al PNV en su "actitud de no dar ni aire al Gobierno de Patxi López".

Portavoces de los sindicatos convocantes tras dar a conocer el comunicado de la huelga general.
Portavoces de los sindicatos convocantes tras dar a conocer el comunicado de la huelga general.LUIS ALBERTO GARCÍA

LA REACCIÓN DE CCOO Y UGT: "Excluyente" y "una patada"

Los sindicatos de ámbito nacional CC OO y UGT criticaron con dureza el anuncio de huelga general para el 21 de mayo, que interpretaron como el inicio de una campaña de oposición al nuevo Gobierno de López, y los primeros pasos hacia la conformación de una mayoría social nacionalista excluyente, como ya sucedió con el Pacto de Lizarra.

El secretario general de CC OO de Euskadi, Unai Sordo, confirmó que se habían enterado por los medios de comunicación de la convocatoria de huelga y lamentó que se haya vuelto a tirar por la borda la oportunidad de cambiar el panorama de división sindical por uno de colaboración. "Se ha vuelto a tirar por la calle de en medio y se ha vuelto a intentar hacer una convocatoria excluyente respecto a una parte muy importante del sindicalismo vasco" subrayó. El secretario general nacional, Ignacio Fernández Toxo, no ve la huelga general "ni aquí ni en el resto de España". En su opinión la mejor manera de luchar para minimizar los efectos de la crisis es engrasar "el diálogo social".

UGT calificó la convocatoria de "patada anticipada a la mano tendida por el nuevo Gobierno". Para la central, excluir a lCC OO y UGT supone hacer la convocatoria a espaldas de miles de trabajadores vascos. "Se trata de una convocatoria absolutamente irresponsable y fruto de una estrategia frentista", criticó.

LA REACCIÓN DE LA PATRONAL: "Anacrónica e irresponsable"

La Confederación Empresarial Vasca (Confebask) calificó la convocatoria de los sindicatos nacionalistas para Euskadi y Navarra de "extralaboral, anacrónica e irresponsable". En un comunicado, la patronal puso el acento en "el asombro" que provoca el hecho de que la huelga general sea la única respuesta que ELA y LAB son capaces de ofrecer ante una situación de emergencia mundial.

En un durísimo comunicado, Confebask, coincide con el resto de las fuerzas sindicales en que la convocatoria no se hace por motivos laborales, como argumentan sus impulsores, sino por pura conveniencia y "alcance extralaboral". La patronal precisó que la huelga sólo puede inscribirse en la habitual "estrategia del conflicto y en la confrontación de la que ELA y LAB vienen haciendo gala en todos los ámbitos".

Así las cosas, la organización que agrupa a las patronales provinciales alertó a los trabajadores de que se trata de una convocatoria que pretende "manipular a las plantillas, tratando de arrastrarlas al servicio de intereses ajenos". Confebask no dejó pasar la ocasión para recordar que los sindicatos nacionalistas están tomando iniciativas contrarias a las del resto del mundo, donde todos los agentes colaboran para salir de la situación. "Aquí se recurre a medidas que empeoran la situación y que, por tanto, en nada benefician al empleo y a los intereses de los trabajadores", dicen.

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