Una roca de Ortegal es capaz de obsorber CO2

Galicia es un pozo de riquezas medioambientales. La mala noticia es que apenas se beneficia de ellas. En Cabo Ortegal hay una roca sorprendente: la peridotita; una materia que reacciona con el CO2 para formar caliza o mármol. Una piedra capaz de absorber las emisiones de la atmósfera y almacenar el dióxido de carbono que producimos.

En Ourense y Verín la geotermia es un milagro a borbotones. No habría prácticamente que perforar para aprovechar esa fuente de calor natural y prescindir del petróleo. Y el mar es un caudal inabarcable de vida.

Un reciente descubrimiento ha puesto de manifiesto la posibilidad de utilizar la peridotita como fuente de limpieza ambiental. Dos investigadores norteamericanos han desvelado que la reacción de esta piedra con el CO2 es un proceso natural en el subsuelo y que el simple taladro de la roca y la inyección del gas pueden acelerar el proceso y convertirla en un método asequible para almacenar el CO2 de la atmósfera.

Investigadores norteamericanos han descrito el potencial de la peridotita

Según los geólogos, el ciclo se mantiene a través del calor geotérmico del subsuelo y también del que se deriva de la reacción de la peridotita con el CO2. Pero para que se cumpla el objetivo es necesaria la conjunción de tres factores: peridotita, industria y energía. Y Galicia tiene los tres...mal repartidos.

El profesor y director del Instituto Geológico de Galicia, José Ramón Vidal Romaní, considera "teóricamente impecable" el proceso descrito por los investigadores norteamericanos y sostiene que si se conviertiese en un proceso industrial se podría ensayar con otras rocas "como los basaltos, que ocupan prácticamente las tres cuartas partes de la superficie terrestre".

Pero Romaní encuentra objeciones a la posibilidad de utilizar la peridotita de Cabo Ortegal con este fin. La primera, que el espesor de la roca en esta zona no es demasiado grande y, además, ocupa una superficie reducida. La siguiente, que la zona carece de la energía geotérmica que sí tienen, sin embargo, Ourense y Verín. Pero estos carecen de peridotita.

El geólogo cree que si se diseña el proceso industrial se podrían hacer las perforaciones en la plataforma continental gallega, mucho más extensa. "Pero sería como si hiciéramos perforaciones petrolíferas", advierte.

El proceso es, en su opinión, rentable en zonas como Omán, Islandia o Canarias. Es necesario hacer conducciones de gas hasta esos puntos para inyectarlos en profundidad "y Galicia no es una zona industrializada hasta el punto de que eso sea rentable", objeta. No podemos beneficiarnos, al menos por el momento, de los poderes de esta piedra. No coinciden los tres factores necesarios. La peridotita está en Cabo Ortegal, la industria en Vigo o A Coruña y la energía geotérmica en Ourense.

El director del Instituto Geológico de Galicia es escéptico sobre el interés de los políticos gallegos por el Medio Ambiente. Y entiende que ya que no parece que podamos beneficiarnos a corto plazo de los poderes de la peridotita, "podríamos aprovechar otros recursos que contribuyen a bajar las emisiones". Pero no lo hacemos.

"Si a los políticos les interesara, se respetaría el plan de Touriño de no edificar en los 500 metros de la costa, o se evitarían las plantas incineradoras", del tipo de Sogama, señala. En el recuento de los despropósitos medioambientales cita el caso de A Coruña, en donde "se están construyendo aparcamientos submarinos" para coches.

Especialmente llamativo para el geólogo es el abandono de la energías geotérmicas como las de Ourense o Verín "que afloran prácticamente en la superficie". Y destaca que mientras éstas duermen el sueño de los justos, en Santiago se ha instalado un sistema de geotermia para calentar el Parlamento gallego.