Discográficas sin discos
El 5% de los ingresos por conciertos que las compañías piden ahora acelera la ruptura con los músicos
"La Excepción tiene un problema", dice en un vídeo de YouTube el presentador Andreu Buenafuente. "Que sepáis", replica el director José Corbacho, "que quien tiene problemas con ellos también los tiene con nosotros". Juan Manuel Montilla, El Langui, ganador del Goya al actor revelación y mejor rimador del barrio de Pan Bendito de Madrid con La Excepción, tiene otra cualidad que pocos conocen: es un relaciones públicas nato. Le bastan unas llamadas para que media España se entere de que su nuevo disco, La verdad más verdadera, nunca estará en tiendas. Desde el pasado jueves, y solucionados los problemas que colapsaron su web, se puede descargar por Internet. Y gratis.
Es el penúltimo capítulo de la disputa legal que mantiene el grupo madrileño con su discográfica, Zona Bruta/Warner, que llegará a los tribunales en 2010. El grupo ha puesto fin unilateralmente a su relación con la multinacional con una denuncia por contrato abusivo y engañoso y por impago.
La Excepción irá a los tribunales en 2010 por su pelea con Warner
Es el reflejo de que músicos y discográficas se mueven a una velocidad distinta, incrementada en los últimos tiempos. Los músicos siguen componiendo canciones y celebrando conciertos, mientras que las discográficas frenan su difusión o cobran nuevas tasas a los músicos para sobrevivir a la crisis. La Excepción no son los únicos. El grupo de rap montó el jueves pasado una fiesta en Madrid para presentar su disco. Allí estaban Buenafuente, Corbacho... Iban a ir sus amigos de Los Delinqüentes, pero no pudieron porque están atando los últimos detalles de la rescisión del contrato con su antigua discográfica, EMI. Ellos, como muchos, han tenido que escuchar eso de "no podemos sacar vuestro disco porque no entra en este ejercicio".
La frase se repite cada vez más. En el caso de este grupo jerezano es más sangrante, porque su nuevo disco, Bienvenidos a la época iconoclasta, lleva grabado casi dos años. "Les da igual que sea una compañía grande o pequeña. Quieren sacar su disco para que la gente lo escuche y vaya a sus conciertos", decía una fuente cercana al grupo.
No se trata de imitar el caso Radiohead, que vendió por la voluntad su último disco. Es una cuestión de necesidad. Algo similar le ha ocurrido a Lichis, cantante y líder de La Cabra Mecánica (¿recuerdan La lista de la compra?), que coincidió hace unos días con El Langui en la furgo. "Tenía la misma cara de quemao que yo he tenido cuatro años", explica Lichis que, además de montar su propio sello, Felicidad Records, está negociando para dejar su discográfica. Lichis sufrió el ostracismo con su espléndido disco Hotel Lichis (2005). "Los músicos no queremos enfrentarnos a nadie, y tampoco nos interesa que esto se vaya al carajo. Pero si hay tejemanejes en la industria musical, tenemos que ladrar y buscar caminos alternativos", explica.
El último de los tejemanejes a los que se refiere es el del 5% que las discográficas están pidiendo por los conciertos. "Los músicos somos el eslabón más débil de esta cadena", continúa Lichis. "Y quedamos fatal cuando nos quejamos. Aun así, yo llamo a la insurgencia, pero que quede claro: el hazlo tú mismo no es la panacea". Las discográficas han perdido capacidad de acción, y se plantea entonces la pregunta: ¿para qué sirven? "Los músicos solemos ser un desastre", contesta Dani Martín, cantante de El Canto del Loco. "Tampoco tenemos ni idea de cómo llegan los discos a las tiendas ni de marketing. Para eso sirven las discográficas", explica Martín, que, pese a estar contento en la suya, ha montado un sello propio, Manicomio Records para publicar a bandas que le gustan.
Frente a las reticencias de los grupos a ceder el 5% de su caché del directo están las discográficas, que piensan que no es justo que el grupo se lleve todos los beneficios de tocar en directo, ya que gracias a los discos surgen las giras. La Excepción ha dicho que no. No sacarán mucho dinero con este disco, por mucho que en su web ofrezcan un número de cuenta por si alguien quiere aportar la voluntad, pero el asunto será rentable, porque harán gira sin pagar peaje a la discográfica.
Babelia
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