Valencia y Alicante, líderes en fracaso escolar

En 2002, el fracaso escolar caminaba de la mano en las provincias de Alicante (con una tasa bruta alumnos de Secundaria Obligatoria sin título de graduado del 35%) y en Castellón (con otro 36,8%). Seis años después, según los datos que las propias comunidades autónomas remiten al Ministerio de Educación, la tasa de fracaso escolar se ha disparado en Valencia y Alicante entre 7,1 puntos y 7,2 respectivamente. Es decir, que afecta al 44,4% de la población alicantina escolarizada en la ESO y al 36,5% de los valencianos, según el estudio Evolución del fracaso escolar por provincias (2002-2006) que ayer avanzó la revista Magisterio.

En el caso de Valencia, la explicación apunta a una mala gestión del crecimiento exponencial desde 1998 de la matrícula de alumnos extranjeros -con la consiguiente masificación de las aulas y el aumento gradual de barracones en patios y salas de usos comunes-; aunado a la decisión administrativa de autorizar aumentos de ratio que permiten que haya clases con 25, 28 y 31 alumnos. Sin contar las críticas de la patronal y los sindicatos a la pésima gestión de la distribución de la matrícula del alumnado con necesidades educativas especiales, pese a que el Consell Escolar Valencià ha pedido planificación y consenso al respecto.

En Alicante, la explicación parece hallarse en que, desde hace años, es la provincia con la rotación de plantillas docentes más alta, lo que hace que centros de núcleos urbanos importantes como Elche, Orihuela o Torrevieja cada año cambien forzosamente el 80% del equipo de profesores. Una combinación de todos los factores se da en Castellón, con una tasa de fracaso del 38,8%.

En el mismo periodo, la curva del fracaso en España se ha reducido en una treintena de las 52 provincias. Solo Teruel, Lleida, Girona y Palencia tienen comportamientos iguales o peores que la Comunidad Valenciana.