Batalla campal entre colonos y árabes

El escenario estaba listo. Unos 2.500 policías para proteger una marcha de decenas de los más fanáticos colonos en una ciudad puramente palestina de Israel. Y se armó en Umm al Fahm, la población que ya vivió la matanza de 12 civiles en octubre de 2000 en una carga policial. Una provocación, a juicio de los residentes de la ciudad. Una reafirmación de la soberanía, según los extremistas judíos. En total, 31 personas -15 vecinos, un diputado del partido israelí Meretz y 15 policías- resultaron heridos leves.

Tras recibir el permiso del Tribunal Supremo, los colonos, varios procedentes de Hebrón, marcharon por los límites de la ciudad con banderas israelíes. Baruch Marzel, ultra entre los ultras, amenazó ante los micrófonos a los palestinos con el reciente ejemplo de la guerra de Gaza. Marzel alega que no se puede impedir el derecho a manifestarse. Aunque en Hebrón sus huestes agreden a diplomáticos, periodistas y activistas de ONG.

Tras la detención de tres árabes que se enzarzaron con agentes, volaron las piedras. Los policías dispararon gases lacrimógenos y se organizó la batalla campal. Entre los manifestantes palestinos vociferaban también israelíes izquierdistas.