El PSE busca un nuevo pacto educativo
El Ejecutivo derogará de inmediato los últimos decretos de Campos - Tras 14 años de mandatos de EA, el mundo de la enseñanza se muestra expectante
A lo largo de 14 años ininterrumpidos, Eusko Alkartasuna (EA) ha dirigido la cartera de Educación. Ahora, toca el cambio en uno de los ámbitos más sensibles de la tarea de gobierno y en el que el acuerdo es el único camino para poder aplicar cualquier tipo de reforma. Eso es precisamente lo que no ha conseguido EA en sus dos últimas legislaturas, las que han coincidido con su intención de marcar un perfil más identitario, frente a las dos anteriores, en la que Inaxio Oliveri resultó un hombre de mayor consenso. Ante la mucho más que previsible llegada del PSE al Ejecutivo, el mundo educativo se resitua y empieza a tomar posiciones, consciente de que los cambios resultarán inevitables.
Los resultados electorales no dan para modificaciones drásticas
El acuerdo del Consejo Asesor del Euskera será la nueva hoja de ruta
La aplicación de un modelo trilingüe llevará aún toda una legislatura
Los resultados electorales no dan para que las modificaciones se produzcan de una manera drástica. Más bien, aconsejan que todo se haga de forma progresiva. Aitor Bilbao, presidente de Kristau-Eskola, la patronal de los colegios concertados religiosos, advierte de que, ante la nueva legislatura, el objetivo debe pasar por dotar al sistema educativo de "estabilidad". "Es necesario alcanzar un gran acuerdo que permita evitar los horizontes cortoplacistas", dice.
Del Pacto Escolar suscrito en 1992 por los grandes partidos, cuando el PSE dirigía Educación, emanan las grandes leyes que han dado cuerpo a todo el sistema educativo vasco actual y es el que los socialistas exhiben al referirse a cuál será su hoja de ruta cuando accedan al departamento. Dirigentes del PSE recalcan que resulta necesario "un nuevo pacto que recupere la filosofía del acuerdo ante las necesidades contemporáneas" que plantea la educación. "La referencia es el sistema público, pero se atenderán las necesidades de los centros concertados, que completan el servicio de la educación", añaden.
El mundo educativo se va a cerciorar enseguida de que hay un nuevo inquilino en la consejería. Aunque la máxima es avanzar por medio del acuerdo, algunas decisiones parecen inaplazables. Es el caso de la revisión de los decretos aprobados a última hora por el consejero Tontxu Campos que regulan las etapas de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Todos ellos establecen que la lengua principal del sistema educativo es el euskera. La idea del PSE, que se aplicará sin demora, es modificar ese punto y sustituirlo por otro que fije que los idiomas principales de la enseñanza son las dos lenguas oficiales de Euskadi, el castellano y el euskera.
Supondrá toda una declaración de intenciones de por dónde irán las cosas esta legislatura. Los socialistas van a introducir sus cambios de la mano del Documento de Bases para una Política Lingüística, aprobado por la Viceconsejería de Política Lingüística y el Consejo Asesor del Euskera el pasado año. El primer paso lo dieron en febrero, cuando el PSE sacó adelante con el PNV una propuesta en la Diputación Permanente -órgano que sustituye al pleno cuando la Cámara está disuelta- que pide que se utilicen las recomendaciones de dicha viceconsejería para elaborar las medidas que se apliquen en el futuro y revisar las actuales si no se ajustan a esa nueva filosofía de acuerdos para impulsar el euskera.
Todo muy alejado de la polémica reforma que Campos trató de implantar hasta el último momento. Al no lograr el consenso suficiente, el departamento optó por fijar el euskera como lengua principal en la enseñanza a través de decretos, sorteando la ley marco, que es la de Normalización y Uso del Euskera (1982), que establece el actual sistema de tres modelos lingüísticos (castellano, euskaldun y bilingüe).
Desde Kristau-Eskola, Aitor Bilbao aboga porque el sistema educativo garantice al final de la etapa obligatoria la competencia de los alumnos en las dos lenguas oficiales. No va más allá. Lo cierto es que el currículo que en su momento aprobó la consejería, que convertía al euskera en lengua vehicular de la enseñanza, y el propósito de exigir los niveles de B2 (similar al First de ingles) al termino de la ESO han llevado a varios colegios concertados a replantearse sus programas educativos y suprimir el castellano en la etapa infantil. Tras la derogación de los decretos aprobados por el departamento de Eusko Alkartasuna esas exigencias en relación a la lengua vasca quedarán en el olvido.En nombre de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública, su presidente, Juan Carlos Alonso, avanza un reto inmediato para el próximo consejero de Educación: superar el actual sistema de modelos lingüísticos y converger en uno nuevo. "Hay que sentar las bases de un modelo único y lograr de una vez la normalización lingüística", apunta.
A ese respecto, al actual sistema aún le queda vida a corto y medio plazo (al menos una legislatura), el tiempo que lleve evaluar las diferentes experiencias que se van a acometer en los colegios con vistas a implantar un modelo trinlingüe, con euskera, castellano e ingles. "Todo se encaminará a alcanzar un bilingüismo equilibrado, con la presencia destacada del inglés. Para eso, primero hay que evaluar, que haya tres o cuatro años de evaluación del modelo en los colegios que se apunten a las experiencias. Se irán midiendo los avances antes de generalizar el proyecto", puntualizan fuentes de la ejecutiva del PSE.
Josu Agirre, director de la Asociación de Directores de Secundaria de la Escuela Pública-BIHE, considera una prioridad garantizar el bilingüismo al finalizar la ESO e impulsar los proyectos plurilingües en los centros en los que el aprendizaje de las dos lenguas oficiales se encuentre garantizado. "Hay que implementar el proyecto lingüístico de centro en todos los colegios, desarrollando modelos de referencia y asesorando de forma eficaz al profesorado", subraya.
Ante las más que previsibles reticencias del PNV a colaborar, los socialistas tendrán que atender los requerimientos del PP, único partido con el que actualmente pueden contar para dotar de estabilidad al futuro Ejecutivo de Patxi López. El secretario general de los populares vascos y responsable en cuestiones educativas, Iñaki Oyarzábal, apunta una de las claves para lograr el apoyo de su formación: la libertad de las familias para elegir la lengua en la que van a estudiar sus hijos. "Hay que establecer que cualquiera de las dos lenguas oficiales sea vehicular en la enseñanza y ampliar la presencia del inglés para ofertar trilingüismo. Y que sean las familias y los centros los que puedan elegir la dosis de cada idioma. Ningún colegio debe recibir más o menos dinero según el modelo lingüístico que imparta, como ocurría con EA". enfatiza.
Reforzar la figura del profesor, desde su autoridad a mejorar sus condiciones laborales, poner en primera línea "la defensa del pluralismo y los valores", combatir la intolerancia y deslegitimar la violencia son sus otras exigencias. "El propio sistema educativo debe fomentar el respeto al pluralismo y a la diversidad del país. Nos ahorraríamos muchos problemas", asegura.
Las incógnitas de las 'ikastolas'
Para la Confederación de Ikastolas la legislatura que se abre se encuentra "plagada" de incógnitas. "No temores, necesariamente, ni expectativas en un sentido u otro, pero sí incógnitas", apunta su presidente, Koldo Tellitu. "En la historia de las
ikastolas",
prosigue, "nos hemos encontrado con gobiernos de diferente género, pero nunca con un Gobierno monocolor del PSE. Para nadie es un secreto que apenas tenemos una visión compartida de país, de su identidad, en términos partidarios, de qué manera afectará eso a la hora de hacer política, en nuestro caso política educativa, desde un partido monocolor estatalista. Ahí están las incógnitas". Sin embargo, espera que "aún tratándose de un partido de confesión estatalista", no haga una política "doctrinaria" y respete "los amplios consensos que han operado en la comunidad educativa tanto en el ámbito lingüístico, como en el curricular".
Y es en el ámbito de los parámetros del servicio educativo que prestan las
ikastolas
, donde Tellitu espera encontrar los puntos de acuerdo con el PSE, mas allá de las eventuales discrepancias que puedan tener en aspectos identitarios. "Las
ikastolas
son un proyecto de escuela laica abierta al conjunto de la sociedad, en el polo opuesto de la elitización o la selección del alumnado. El compromiso con la calidad y la equidad educativas es uno de nuestros rasgos diferenciales. Por ello, considero que hay factores potenciales de encuentro entre las
ikastolas
y un Gobierno monocolor socialista". "
enemos la esperanza de que la política educativa del PSE desde el Ejecutivo, a diferencia de su papel en la oposición, tenderá a ser constructiva", concluye.
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