El PSE y el PP debatirán llevar al pacto un acuerdo sobre la dirección de EITB
Ambos partidos avanzan en su intención de reformar en profundidad el ente
Uno de los principales espejos del cambio en Euskadi que socialistas y populares quieren llevar a cabo entrará en casa de cada ciudadano a través del televisor y la radio. La reforma en profundidad de EITB, el ente audiovisual vasco, es una de las cuestiones clave en el acuerdo que los dos partidos están negociando para hacer lehendakari a Patxi López y en el que ya hay claras bases para el pacto, según fuentes de los negociadores.
Dentro de las conversaciones sobre esta materia va a estar en breve sobre la mesa llegar a un acuerdo sobre la dirección del ente público, vacante desde que hace 13 meses su titular, Andoni Ortuzar, renunciase para asumir la presidencia del PNV vizcaíno. El cargo de responsable de EITB debe ser aprobado por mayoría absoluta por el Parlamento, razón por la que el PNV, ayuno de ese apoyo, nunca llevó el nombre de Ortuzar a la Cámara a partir del final de la sexta legislatura en 2001. Desde entonces, y hasta enero de 2008, siguió al mando de EITB en funciones.
PSE y PP desean clarificar que el marco del ente se limita al País Vasco
El PP mantiene su intención de lograr la presidencia y una secretaría
"Hay que buscar un acuerdo lo más amplio posible, pero lo importante es que requiere mayoría absoluta y eso lo garantizan los 38 votos de PSE y PP", apunta un dirigente de esta última formación.
Socialistas y populares coinciden, y lo han defendido en los últimos tiempos tanto en el Parlamento como en la campaña electoral, en su apuesta por reforzar la defensa del pluralismo en la radiotelevisión pública, a la que ven excesivamente escorada hacia el nacionalismo. EITB "debe estar en primera línea de defensa de los valores democráticos", apunta uno de los negociadores del PP.
Además del papel clave que el ente público debe jugar en la deslegitimación de ETA y sus acólitos, en lo que el acuerdo de ambas formaciones es total, está muy avanzado el camino para que en el pacto al que se llegue conste expresamente que los medios públicos de comunicación no pueden dar cobertura a quienes no condenan la violencia o la justifiquen de algún modo.
Las quejas de los dos partidos, especialmente del PP, por la presencia de dirigentes de las formaciones abertzales ilegalizadas en programas de la radiotelevisión pública y de tertulianos e invitados que contextualizan la violencia en el llamado "conflicto" han sido constantes en los últimos años.
También constará, en principio, de forma expresa una "clarificación" de que el marco institucional al que debe circunscribirse EITB es el de la comunidad autónoma del País Vasco y no los siete territorios del concepto nacionalista de Euskal Herria. Ello se traduciría en toda la simbología; por ejemplo, en la polémica cuestión de los mapas del tiempo, en los que se diferenciaría con claridad Euskadi de Navarra o, en su caso, del sur de Francia u otras provincias limítrofes.
El acuerdo sobre EITB incluirá la reforma de la ley que la rige desde 1982, que los dos partidos ven obsoleta. Una comisión parlamentaria estudió la pasada legislatura su cambio, pero a finales de 2008 tiró la toalla después de tres años de trabajo ante la evidencia de falta de una mayoría parlamentaria suficiente. Y el último punto será una revisión económica del ente público para contener y optimizar sus gastos.
Las patas de la Mesa
Por razones de calendario, la primera plasmación que ha de tener un acuerdo entre socialistas y populares debe darse en torno a la composición de la Mesa de la Cámara. El pleno de constitución del nuevo Parlamento se celebrará previsiblemente el próximo 3 de abril y para entonces los dos partidos tienen que haber cerrado un pacto sobre su composición. El PSE y el PP tienen claro que su compromiso ha de trasladarse a una mayoría en el órgano de gobierno de la Cámara -tres de cinco puestos- que, además, ofrezca estabilidad al Ejecutivo de Patxi López. La cuestión a debate es quién se queda dos puestos y quién se conforma con uno solo, un asunto aún abierto y sobre el que ambas partes no han avanzado en sus últimos contactos.
El PP quiere conseguir la presidencia y una de las secretarías, "lo mismo que le dimos en Álava a los socialistas en 1999 y 2003", cuando los populares ganaron las elecciones forales en ese territorio y pactaron con el PSE la investidura de Ramón Rabanera, destaca un dirigente popular.
El PP no plantea su petición como una condición excluyente para el acuerdo, pero sus dirigentes consideran que "entra dentro de la lógica". Y recuerdan que si las dos formaciones constitucionalistas no resuelven votar de forma conjunta a sus candidatos, el PNV podría hacerse con tres puestos en la Mesa con la simple fuerza de sus 30 votos dado el sistema de elección. La presidencia, las dos vicepresidencias y las dos secretarías se eligen en tres votaciones separadas.
José Antonio Pastor, líder de los socialistas vizcaínos y miembro de la comisión negociadora de su partido, remarcó ayer en declaraciones a Radio Nacional que la Mesa "tiene que ser fiel reflejo de la mayoría que apoye al Gobierno". Aunque aún no se ha decidido si el presidente será socialista o popular, en todo caso no supone para su formación "un obstáculo insalvable" para un acuerdo que al frente del nuevo Legislativo esté un parlamentario del PP.
Más avanzado está el texto del acuerdo en materia de libertades. Ambas partes tienen claro que la máxima prioridad del nuevo Gobierno ha de ser la derrota de ETA, acompañada de compromisos de apoyo y reconocimiento a las víctimas. Coinciden igualmente en que se retiren todas las partidas presupuestarias para familiares de etarras, la eliminación de las calles de los nombres y símbolos en recuerdo de terroristas, en profundizar en el papel de la Ertzaintza en la lucha antiterrorista y en fomentar los valores democráticos a través de campañas en los medios de comunicación públicos y en la escuela.
La sintonía es bastante menor respecto a dos propuestas que los populares desearían llevar al pacto: un compromiso para desalojar a ANV de los 33 ayuntamientos en que gobierna en el País Vasco y la concreta negativa a abrir una negociación con ETA.
13 meses sin director general
- El ente público EITB está sin director general desde que en enero de 2008 el titular de ese cargo, Andoni Ortuzar, renunció al puesto para hacerse cargo de la presidencia del PNV en Vizcaya. La falta de acuerdo político ha hecho imposible su relevo.
- Ortuzar repartió sus funciones entre cuatro de sus altos cargos: los directores de ETB, Bingen Zupiria; de EITB Irratia, Julián Beloki; de Explotación y Desarrollo, Mikel Agirre, y el gerente, Juan Diego.
- Ortuzar fue elegido por el Parlamento en junio de 1999, gracias al pacto del Gobierno de Ibarretxe con EH. Desde que en febrero de 2001 cesó al final de aquella legislatura y hasta su renuncia en enero de 2008 ocupó el cargo en funciones, como reconocieron los propios servicios jurídicos de EITB.
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