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UGT retira la presión tras la asignación del C-Max a Ford Almussafes

Miquel Alberola

El comité de empresa de Ford aprobó ayer las medidas de presión anunciadas para que la compañía desbloqueara la negociación del convenio. UGT, que cuenta con 20 delegados frente a 13 del resto de sindicatos, amagó con parar la producción durante 24 horas para que la empresa cumpliera los acuerdos alcanzados con el sindicato en 2007. Ayer, el secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino, consideró respetado este acuerdo con la asignación del monovolumen C-Max, que será producido en exclusiva en la planta de Almussafes desde finales de 2010 para todo el mundo, así como el motor Duratec 2.0 GTDI Ecoboost.

Pino consideró ayer que la presión había surtido efecto y que esta concesión "garantiza muchas cosas para el futuro". Así, reconoció que a partir de ahora lo único que tiene sentido es "sentarse a hablar con la empresa para introducir elementos de racionalidad" ante la supresión del tercer turno en la fábrica, que afectará a un millar de trabajadores, ya que la planta pasará de producir 320.000 unidades anuales a 280.000.

UGT también retiró su boicot a las dos jornadas de trabajo extra planteadas por la empresa para cubrir los picos de demanda del nuevo Fiesta. Ayer Ford anunció para el próximo sábado el primero de estos días de producción extra, al que no acudirán el resto de sindicatos. El portavoz de CC OO, Miquel Rosaleny, calificó de insólito el comité de empresa celebrado ayer por el cambio de actitud de UGT y dio por incumplido el acuerdo de la empresa con este sindicato.

El próximo miércoles el comité se reunirá con la empresa para retomar la negociación del convenio con las mismas posiciones por parte de los sindicatos. UGT defiende un marco de cinco años, el incremento salarial marcado por el Gobierno y un plan de rejuvenecimiento de la plantilla. Por su parte, CC OO apuesta por mantener los derechos y la prórroga del convenio actual, aunque consideró importante la situación en la que quede la plantilla tras la supresión del tercer turno. La empresa propugna la congelación salarial y la limitación a un año del convenio.

La Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (AVIA) valoró ayer la asignación del C-Max, pero advirtió de que las empresas proveedoras se verán obligadas a adecuar su producción al ritmo de Ford, lo que repercutirá en los empleos.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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