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La trama del agua del Calp debe 245.000 euros al subcontratista que hizo la obra

La empresa adjudicataria, la firma del cuñado del edil del PP, se ha disuelto

Deberá ser un juzgado el que dictamine si alguno de los implicados en el caso Aguas de Calp se enriqueció de forma ilícita, pero lo que sí constituye una certeza es que la trama arruinó a la modesta empresa que realmente ejecutó el trabajo pesado de la renovación de la red, abrió zanjas y aportó maquinaria. A Exca-Gata, la firma en cuestión, las compañías que obtuvieron las millonarias adjudicaciones de las obras le deben desde hace cinco años 245.233 euros: "Me han dejado en la ruina, he tenido que despedir a 14 trabajadores y estoy enfermo", señaló su propietario, Nicolás Agudo, una de las víctimas de un posible fraude que, paradójicamente, se habría convertido en un negocio redondo para otros empresarios, toda vez que una juez investiga si Aguas de Calpe, concesionaria con capital público, pagó más de un millón de euros por obras que en realidad nunca se hicieron.

"Me han dejado en la ruina. He tenido que despedir a los 14 obreros"

Exca-Gata es así el último y más débil eslabón de una sucesión de subcontrataciones iniciada en marzo de 2004, cuando el Ayuntamiento de Calp, del PP, adjudicó la renovación de la red a Aguas de Calpe por 4,7 millones de euros, cantidad que después se redujo a 3,3. Aguas de Calpe encargó por su parte los trabajos a Obras Hidráulicas de Levante -cuyo propietario era Francisco Artacho, cuñado del edil del PP y máximo responsable político del abastecimiento Juan Roselló-, que a su vez se las encargó a una tercera firma, Montubo, que fue la que finalmente decidió contar con la mercantil de Agudo. Esta última expidió facturas a Montubo entre el 30 de octubre de 2004 y el 31 de agosto de 2005.

Agudo asegura que Montubo, propiedad del empresario Salvador Ibarra, sólo le pagó el trabajo equivalente a los tres primeros meses, a pesar de que él acabó las obras y pagó a los diez operarios que participaron en ellas, por lo que tuvo que poner de su bolsillo otros 90.000 euros que se sumarían a la cantidad que se le adeuda. "En verano de 2005, Ibarra me dijo que no podría pagarme más porque Obras Hidráulicas (la firma de Artacho) tampoco le pagaba a él y entonces se me vino el mundo abajo y empezó mi pesadilla", rememoró el propietario de Exca-Gata. Agudo se ha personado en el proceso judicial, en el que están imputados Roselló, Artacho e Ibarra. Es su última esperanza para recuperar su dinero, toda vez que Montubo, contra la que en 2005 ya presentó una reclamación ante un juzgado de Novelda, se declaró insolvente. Pero es que además, Obras Hidráulicas ya no existe: la firma de Artacho presentó su disolución ante el registro mercantil en abril de 2007.

Como ya no le queda nadie a quien reclamar, a Agudo le interesa ahora resolver el mismo misterio que intenta aclarar la juez: adónde fue a parar el dinero que pagó Aguas de Calpe a ese entramado de subcontratas. La juez ha ordenado un informe pericial sobre los gastos y movimientos bancarios que han tenido lugar en la trama.

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