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El alcalde de A Coruña estudia retirar 55 símbolos franquistas

El Consistorio conservará un escudo preconstitucional

Los tres grupos municipales de A Coruña (PSOE, BNG y PP) tienen en sus manos empezar a aplicar, un año y tres meses después de su entrada en vigor, la Ley de la Memoria Histórica que obliga a retirar toda simbología franquista y de la Guerra Civil de las calles y edificios públicos de la ciudad. Una tarea que comenzará con los 55 símbolos cuya supresión proponen, por unanimidad, los seis expertos designados por el alcalde, el socialista Javier Losada. Pero es una propuesta incompleta, a juicio de Manuel Monge, uno de esos seis asesores y presidente de la asociación por la recuperación de la memoria histórica: presentará votos particulares para que se amplíe el proceso a una veintena más de calles o símbolos, incluida la retirada del título de hijo adoptivo de A Coruña concedido en 1968 a Manuel Fraga como ministro de Información y Turismo del régimen franquista.

La comisión que asesora al regidor pide mantener la avenida Calvo Sotelo

Al octogenario político, hoy senador del PP, se le pretenden mantener unos honores que sí se le suprimirán, de prosperar el informe de los expertos, a otros ocho ministros de la dictadura, algunos de ellos compañeros de Fraga durante los siete años (de 1962 a 1969) que estuvo en el Gobierno de Franco. "Que se diga claramente que no se le puede tocar", reclamó ayer Monge, quien acompaña su argumentación de un largo recordatorio de todos los cargos "sirviendo a la dictadura" que desempeñó durante 25 años el ex presidente de la Xunta y una relación de acuerdos, represiones y conflictos en los que participó como ministro.

La distinción de Fraga, concedida un mes antes de que el Consejo de Ministros que integraba declarase el Estado de Excepción, no es la única contradicción del informe de los expertos, que abogan por rebautizar 24 calles de A Coruña, pero mantienen, entre otras, la avenida Calvo Sotelo -cambiada en muchas otras ciudades-. Otro punto de desacuerdo entre los asesores del alcalde, y que ahora queda en manos de los grupos políticos, es el minúsculo escudo franquista que forma parte de la gran vidriera central del Palacio Municipal de María Pita, inaugurada por Franco en 1955. Es un escudo preconstitucional, cuya retirada es obligatoria desde 1981. Tres expertos votaron a favor de su supresión, otros tantos lo hicieron en contra.

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