Regreso a China
Tongyige shijie, tohgyige mengsiant. O lo que es lo mismo, Un mundo, un sueño. ¿Les suena? Fue el último lema olímpico. No hace ni un año, pero parece un siglo. El tsunami de la crisis aún no había borrado del mapa mental de Occidente el miedo a la pujanza económica del gigante asiático; no era sólo que China estuviera de moda, es que se decía que al cabo de 10 o 20 años sería la gran potencia que derrocaría a Estados Unidos... ¿Tanto han cambiado las cosas en seis meses? Tal vez. Lo dirán los expertos. Pero lo que es seguro es que, pese a la crisis, China no ha desaparecido del mapa y que su historia sigue siendo tan fascinante como entonces.
Se impone, pues, el regreso a China, y una buena manera de hacerlo es a través de la exposición de fotografías documentales que, hasta finales de mayo, puede verse en Casa Asia. Realizada a partir de una investigación de cuatro años en archivos públicos y privados del periodista y fotógrafo Liu Heung Shing, el pasado año tomó forma de libro de la mano de Taschen (China. Retrato de un país (1949-2008) y en noviembre se presentó en formato de exposición en el Today Art Museum de Pekín. "En cuanto supe del proyecto me interesé por poderlo mostrar aquí y, finalmente, hemos llegado a un acuerdo para poder traer parte de la exposición a Barcelona y, en verano, a Madrid", comenta entusiasmada Menene Gras, responsable del proyecto y directora de exposiciones de Casa Asia.
Casa Asia ha traído a Barcelona una magnífica exposición audiovisual sobre la historia china
"Mira ésta, la fragilidad del amor escondiéndose de la fuerza de la guerra", comentaba ayer Arnau Puig con su lucidez habitual. El crítico se refería a la fotografía que acompaña estas líneas, realizada el 5 de junio de 1989, un día después de la famosa masacre de la plaza de Tiananmen. Y después enseñaba otra, en blanco y negro, de una niña tumbada sobre un bote en un idílico paisaje de la provincia de Hebei. La lista sería enorme. Cada una de las 66 magníficas fotografías de la exposición esconde una historia, desde la que muestra a ocho bellas "trabajadoras modelo" pugnando por ver cuál de ellas le enciende el cigarrillo al presidente Mao (tomada en 1952 por Hong Ke) hasta otra de 1980 en la que se ve a Deng Xiaoping paseando en bañador por una playa acompañado de sus guardaespaldas, también en bañador, una imagen que tiene casi reminiscencias del famoso baño de Fraga en Palomares... Se trata, eso sí, una exposición de personas, sean éstas altos cargos políticos o gente anónima, pobres o ricos, urbanitas o campesinos. En fin, los sujetos de la historia.
Al final, como brillante colofón y aportación propia al proyecto, Menenen Gras ha conseguido que pueda verse por primera vez en España, con subtítulos en castellano, la trilogía China: a century of revolution, una serie de tres películas realizada por la productora estadounidense Ambrica a partir de documentos audiovisuales y testimonios chinos que abarca la historia del país desde 1911 a 1997. Cada filme dura dos horas. Hay que tener tiempo, es cierto, pero la entrada es gratis, y las sillas, cómodas. Vale la pena.
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