Zapatero y Rajoy, dispuestos a excluir la política vasca de la pugna partidista

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Partido Popular, Mariano Rajoy, dejarán al País Vasco al margen de su enfrentamiento en la política nacional. Ambos respetarán la autonomía del candidato socialista a lehendakari, Patxi López, y del máximo representante del PP vasco, Antonio Basagoiti, para decidir las condiciones de la alianza entre ellos, si llegan a un acuerdo.

Hoy se reúnen en Bilbao delegaciones del PSE y del PP, dentro de la ronda iniciada por los socialistas vascos para intentar formar Gobierno y para negociar una investidura de Patxi López como lehendakari con apoyo de los populares en el Parlamento vasco.

Zapatero y Rajoy conversaron telefónicamente tras las elecciones gallegas y vascas, aunque ni en La Moncloa ni en Génova han confirmado que abordaran en la conversación la política de cambio en Euskadi. No obstante, ambos comparten los principales criterios sobre las prioridades del nuevo Ejecutivo vasco en lo que concierne a la defensa de la Constitución, del Estatuto y del combate social contra ETA. Esa coincidencia, en unas materias que consideran estratégicas, las defenderán en la política nacional.

El PP vasco apuesta por un cambio "tranquilo" y que evite "los frentes"

Desde que Zapatero y Rajoy pactaron en julio la lucha antiterrorista y descartaron otro proceso de final dialogado con la banda terrorista, han tenido escasas fricciones en este campo. En diciembre, poco antes de la convocatoria de las elecciones vascas, Rajoy reabrió el debate sobre la compleja ilegalización de los Ayuntamientos gobernados por ANV. Luego, ha orillado este asunto que conlleva múltiples complicaciones jurídicas. El líder del PP va a centrar en la economía su política de oposición a Zapatero.

El tono moderado de López y Basagoiti puede facilitar, además, acuerdos impensables bajo el mandato de María San Gil al frente del PP vasco. Para Basagoiti es muy asumible la propuesta realizada por López en la campaña electoral de considerar objetivo prioritario de su Gobierno el fin de ETA, con la utilización de todos los medios políticos, policiales y judiciales del Estado de derecho. López, además, combatirá en el ámbito ético, político y social a quienes amparan y justifican la violencia.

No obstante, la delegación del PP vasco acudirá hoy a la reunión con el PSE con propósito de conocer el alcance de su voluntad de cambio. "Nosotros somos la novia, y vamos para ser cortejados", apunta uno de los integrantes de la delegación popular. "Vamos a escuchar. Apostamos por un cambio de políticas de verdad y ahora la pelota la tienen ellos", matiza otro. Su intención es conocer las propuestas del PSE y comprobar en qué temas existen posibilidades de acuerdo, antes de plantear apoyos para cargos institucionales. La intención del PP es no forzar la situación para favorecer las negociaciones.

El PP está elaborando documentos en los que detalla las materias en las que ve necesario un pacto, pero no los llevará a esta primera reunión sino, en caso de que el diálogo fructifique, a una cita posterior. En ellos fija las cuestiones que estima claves para ese cambio, centradas en cuatro puntos: lucha antiterrorista y política de libertades, desarrollo estatutario, política lingüística y de educación y medidas anticrisis.

El PP pretende que el Ejecutivo tenga la estabilidad necesaria para afrontar cuatro años de legislatura, en los que dan por sentado que el PNV hará una oposición muy dura. Aunque desearían llegar a un Gobierno de coalición, el frontal rechazo socialista a esta propuesta lleva a los populares a inclinarse por un pacto de legislatura. El PP cree obvio que el futuro Ejecutivo debe tener mayoría entre los cinco miembros de la Mesa del Parlamento, pero sin hacer una cuestión irrenunciable de ocupar la presidencia.

Basagoiti visitó ayer la Cámara de Vitoria, de la que nunca ha sido miembro, y señaló que el cambio al que cooperará será "tranquilo" y demostrará que pueden hacerse políticas beneficiosas para el país "sin frentes". El dirigente popular recalcó que, gracias a los 13 escaños obtenidos, es su formación la que "quita y pone lehendakari", ya que de no apoyar a López saldría elegido Ibarretxe.