Miles de personas, contra el vertedero de Les Alcusses
Vecinos, alcaldes y ecologistas se oponen al proyecto en Moixent
Varios miles de personas, 3.000 según la plataforma organizadora de la protesta, y unas 2.000, a criterio de la Guardia Civil, se concentraron ayer en la zona de Les Alcusses, en el término de Moixent (La Costera), para mostrar su rechazo a la macroplanta de tratamiento de residuos impulsada allí por las empresas Girsa y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Dicha instalación, a la que se opone el Ayuntamiento en pleno, pero cuya ubicación final depende del consorcio de residuos del área de gestión número 2, está planificada para dar servicio a 93 poblaciones de las comarcas de la Costera, la Canal de Navarrés, la Safor, la Vall d'Albaida y el Valle de Ayora-Cofrentes, con una población de 300.000 habitantes. Tras un almuerzo y una degustación de vinos de la zona, los asistentes a la concentración, la gran mayoría vecinos de las tres poblaciones más afectadas, Moixent, la Font de la Figuera y Fontanars dels Alforins, se organizaron hacia el mediodía para formar un gigantesco y simbólico no humano, de 600 metros lineales, para que fuera fotografiado y filmado desde el aire.
El ambiente festivo no ocultaba la preocupación. "El vertedero sería una puñalada en el corazón de los vinos valencianos", explicaba el bodeguero Pablo Calatayud, quien reprochaba que se haya elegido una zona "en la puerta norte del eje Alcusses-Alforins, la de mayor proyección vitivinícola de la Comunidad". Mientras, Juan Miguel Sancho, de Acció Ecologista Agró, incidía en el "importante valor paisajístico y agrario" y recordaba la proximidad de Les Alcusses a varias microreservas de águilas y al poblado ibérico de La Bastida, el cual "perdería todo su valor arqueológico".
"Esta es una zona en la que todo el mundo se ha fijado, pero no para protegerla, sino para llenarla de cemento", se lamentó. "Se trata de un paraje muy emblemático y muy bonito y está claro que todo el tema turístico se vendría abajo y la agricultura también sufriría el impacto", diagnosticó el alcalde, Vicente Dubal, del PP, quien se comprometió a hacer "todo" lo que esté en su mano para evitarlo. "Esperamos que las empresas recapaciten ante la respuesta ciudadana", señaló.
El portavoz socialista de Moixent, Josep Lluís de la Piedad, pidió por su parte "una gestión comarcal de los residuos. No se trata de un no a tratar los residuos. Lo que habría que hacer es cambiar el pliego de condiciones para construir cuatro vertederos de menores dimensiones". El secretario de la Unió de Llauradors, Josep Botella, fue la única figura de ámbito autonómico que asistió a la protesta.
Una carrera contra el reloj
Moixent celebra hoy lunes un pleno extraordinario para declarar Les Alcusses como paisaje protegido municipal, a imitación del Benicadell, en un intento a la desesperada por frenar la instalación. Pero la tramitación con Medio Ambiente, de entre 30 y 90 días, hará que la declaración llegue tarde con toda seguridad: el día 13 de marzo concluye el plazo para que las empresas presenten propuestas ante el consorcio. Y el 24 de abril se abrirán las plicas. Un corto período en el que los ayuntamientos afectados, todos gobernados por el PP, realizarán contactos con la Administración. El más inmediato, mañana martes, con el consejero de Medio Ambiente, José Ramón García Antón. Otra opción barajada, pero muy compleja de materializar, sería la salida de Moixent del consorcio de residuos, algo que, con los estatutos en la mano, no parece viable. Mientras, desde el municipio se confirma que las empresas interesadas ya han realizado varias opciones de compra sobre los terrenos de Les Alcusses. Y la propuesta de ir hacia vertederos más pequeños, de ámbito comarcal, tampoco parece que vaya a encontrar el consenso de todos. La solución, en todo caso, se sabrá en breve.
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