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"Es indigno quedarnos sin Euromed"

Renfe irrita a usuarios de Tarragona por trasladar los trenes rápidos a Perafort

Àngels Piñol

"El AVE tendría que pasar por aquí y encima se llevan el Euromed ¡Es una vergüenza! Parece que piensen con los pies. A cualquier capital de provincia le pasa el tren. No existimos. Es tercermundista". Olga Cañelles, profesora, de 38 años, destilaba ayer indignación cuando supo que Renfe desviará a partir del segundo semestre de 2010 los Euromed a la estación del Camp de Tarragona, en Perafort, a unos 20 kilómetros de la capital. "Querían soterrar las líneas de esta estación para liberar la línea de costa y no lo veremos. Ni tampoco la alta velocidad, ¡ni nada de nada!", añadió Joaquima Mestres, de 68 años, madre de Olga, mientras esperaban un tren para ir a Barcelona a ver una obra de teatro.

Renfe desviará el Euromed por la línea del AVE para reducir el tiempo que invierte en recorrer los 340 kilómetros entre Barcelona y Valencia: de tres horas se pasará a 2 horas y 20 minutos. "Los beneficiados son siempre terceros", apuntó Olga. La irrevocable decisión de Renfe despertó la ira de muchos pasajeros porque aún no alcanzan a comprenden por qué el AVE no pasa por Tarragona ciudad. "Sé desde hace tiempo lo del Euromed y estoy indignada", exclamó Mercedes Fontanet, anestesista jubilada, de 74 años, que iba a coger ese tren junto con su hermana Josefa. "Soy de Barcelona y llevo 30 años viviendo en Tarragona, y no entiendo cómo los políticos han permitido que se lleven el AVE o que paguemos los taxis más caros de toda España. Si quieres viajar como una persona y no ir 100 kilómetros de pie, tienes que ir en Euromed", agregó Mercedes en alusión a que los Catalunya Express suelen circular casi siempre con gente sin asiento.

"La mayoría de la gente suele tomar los regionales porque cuestan cinco euros, y el Euromed, unos 18", alegó un revisor que explicó que la mayoría del pasaje que sube en Barcelona se dirige a Alicante y Valencia. Pero no es un gran consuelo. María José Fernández, de 34 años, dependienta, iba a Sitges, pero es usuaria habitual del AVE. "Me parece fatal porque necesitas un vehículo para ir a Perafort. Y hay que ir en bus porque el aparcamiento es carísimo. Son 47 euros al día. Y el Euromed no es precisamente barato". "Esta estación de Tarragona está abocada a ser un apeadero de cercanías", aseguró impotente Mar Veiga, de 42 años, agente de seguros. Sergi Castaño, de 53 años, su acompañante, prejubilado, agregó con ironía: "Peor: será una estación de mercancías". Veiga iba al mediodía a Torredembarra y llegó de madrugada, procedente de Madrid, en el único tren que pasaba por Tarragona. "Es una estación indigna. No hay ascensores ni escaleras automaticas... ¡Dios no quiera que vayas con una silla de ruedas! O con muletas o un cochecito". La única solución para evitar las escaleras es cruzar las vías a través de un paso habilitado.

Francesc Oñate, de 52 años, que se dirigía a Terrassa, fue contundente: "Cada vez hacen las cosas peor. ¿Qué sentido tiene una estación en Perafort?, se preguntó. Y Guillem Talens, valenciano, periodista de 24 años, se mostró receloso: "No sé por qué lo hacen. Seguro que el futuro pasaje del Euromed lo pondrán a precio de AVE. Pagamos 50 euros ida y vuelta. Y en coche sólo sale a cuenta si vamos varios".

El alcalde reclama una solución

"Que no pase el Euromed no es una buena noticia", dijo ayer Begoña Floria, portavoz del gobierno municipal de Tarragona. Tras la pérdida del AVE, Tarragona quiere recuperar el tiempo perdido. El alcalde, Josep Félix Ballesteros, está negociando con el Ministerio de Fomento que se mantengan en la ciudad todas las líneas de largo recorrido. El plan es suprimir la estación para recuperar la fachada marítima -el estudio se adjudicó el viernes- y que las grandes líneas pasen por la futura estación. "La reorganización pasa por que Tarragona tenga una buenísima conexión. Ahora estamos pagando errores del pasado", apuntó Floria.

"El Ayuntamiento tendría que haber presionado más y mejor. La gente está molesta, pero debería haber protestado antes. Se queja a destiempo", lamentó un empleado de Renfe que aseguró que la idea de convertir Tarragona en una estación de cercanías es definitiva. De hecho, ya sólo pasa por ella un convoy hacia el norte. Y algo más: Renfe no ha aumentado el número de trenes regionales en los últimos años pese al incremento de población. "Aún circulan los viejos Intercity. Los billetes se venden sin numerar, a diferencia de otros sitios de España", añadió el empleado. "Yo tengo descuento, pero un viernes por la noche prefiero pagar más e ir en un Euromed antes que en un Cataluña Exprés".

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