Plan de apoyo para Seat

Mañana empieza una semana clave para el futuro de Seat, primera empresa industrial de Cataluña. En juego está la fabricación en Martorell (Baix Llobregat) del Audi Q3, que se traduce en carga de trabajo para poder salvar 1.500 empleos. La filial española de Volkswagen (VW) no sólo exige sacrificios salariales a la plantilla: quiere dinero. Y la Generalitat y el Gobierno central están dispuestos a dárselo, según las distintas fuentes consultadas.

Seat ha pedido ayudas públicas por valor de 309 millones de euros para que el nuevo todoterreno urbano de la marca de los cuatro aros se ensamble en Cataluña. Considerando que el presidente de Seat, Erich Schmitt, ha reconocido que fabricar el Audi Q3 supone una inversión de más de 300 millones, el apoyo reclamado cubriría esa inversión.

CC OO sugiere que VW ya ha previsto fabricar 60.000 Q3 en Martorell entre 2011 y 2012

Altos cargos de cuatro departamentos del Gobierno catalán -Presidencia, Economía, Innovación y Trabajo- celebrarán una cumbre pasado mañana con la cúpula de Seat para diseñar y coordinar "un plan de apoyo" que la marca española pueda presentar en breve a Wolfsburgo, el cuartel general de Volkswagen. En la primera quincena de marzo, está previsto que allí se anuncie oficialmente qué planta y en qué país se fabricará el Audi Q3.

Y es que las administraciones están dispuestas a apostar fuerte por un proyecto que califican de "estratégico" y como "el más importante de los últimos años para la industria del automóvil en España". El Ministerio de Industria se ha comprometido ya a poner más de 100 millones de euros a través del plan de competitividad de la automoción, dotado con 800 millones de euros. Y la Generalitat está dispuesta a echar el resto. EE UU, Francia y Alemania han puesto en marcha, bajo distintas formas, planes de apoyo a las plantas de coches en su territorio.

La principal competidora de Martorell es la fábrica de VW en Bratislava (Eslovaquia), donde la producción resultaría 596 euros por vehículo más barata, según los datos facilitados por la empresa al comité. Los sindicatos no descartan que entre en liza alguna de las fábricas del consorcio en la propia Alemania, afectadas también por paros temporales.

Mientras se desarrolle el encuentro entre las cuatro consejerías y la dirección de Seat, el mismo martes, los sindicatos deberán dar su respuesta a los "sacrificios" que la empresa les exige a cambio del nuevo modelo: congelación de salarios durante dos años y prolongación del actual expediente de regulación de empleo (ERE) temporal.

A la plantilla no le pasaron inadvertidas las declaraciones efectuadas el pasado jueves, en su visita a Martorell, por el presidente de la Generalitat, José Montilla, en las que pidió "sacrificios" a todas las partes: la Administración, la empresa y también los trabajadores. Las declaraciones se enmarcan en la estrategia diseñada codo con codo entre la Administración catalana y la empresa para presentar una buena propuesta a la matriz alemana y poder así amarrar el proyecto.

La parte del plan que te toca a las administraciones está clara: las ayudas, una de las patas más importantes de la estrategia. La Generalitat terminará de perfilar el próximo martes la articulación de las mismas, que pasan desde créditos del Instituto Catalán de Finazas (ICF), el banco público, ayudas para innovación e incluso una operación similar a diseñada para Ficosa (un crédito de ICF más la posible participación de la empresa pública Avançsa), según fuentes gubernamentales.

Otra de las patas es un plan para que los trabajadores afectados por suspensiones temporales aprovechen para formarse. De ahí, la línea de ayudas de cuatro millones anunciadas por Montilla en este sentido.

El asunto laboral, más espinoso, es la tercera pata del plan. Quien parece tenerlo más claro es UGT, pese a que su líder en Seat y presidente del comité, Matías Carnero, considera "excesivas" algunas peticiones de la empresa. Comisiones Obreras, en cambio, ha mostrado su oposición frontal a la congelación salarial. "No es verdad que haya un excedente de 1.500 personas y que el Q3 esté condicionado a reducir los costes laborales", aseguran fuentes de este sindicato.

"Volkswagen sabe que la calidad del Audi no será la misma si se fabrica en Bratislava o en Martorell, ya lo vimos con el Ibiza", añaden. Las mismas fuentes del sindicato sugieren que los planes internos del consorcio hasta 2013 ya prevén la producción de 20.000 unidades del Q3 en Martorell para 2011 y otras 40.000 para 2012. "La empresa no sólo quiere que la fabricación del modelo le salga gratis, puesto que pide ayudas por el valor de la inversión, sino colgarse una medalla ante la dirección del consorcio dando otro apretón de tuerca a los trabajadores", concluyen.