Un debate previsible y a medio gas

Estaba claro de antemano que el debate de ayer no iba a arrojar un ganador ni a poner ni quitar a los dos principales candidatos en pugna real por el liderazgo del próximo Gobierno, y así ocurrió. Juan José Ibarretxe (PNV) y Patxi López (PSE-EE) se encontraron por fin las caras en el mismo plató de televisión, pero sin cara a cara. López lo buscó, mientras evitó responder en todo momento a los embates del candidato del PP, Antonio Basagoiti. Pero Ibarretxe lo esquivó indicándole que no había ido allí "a hablar de mí", sino a presentar sus propuestas.

El domingo se votará sin que los electores hayan podido contemplar ese cara a cara entre los dos principales contendientes, un elemento ineludible en otras latitudes. El experimento, en euskera, de la semana pasada en ETB 1 ya permitió comprobar lo que el modelo daba -más bien no daba- de sí, con seis desiguales candidatos en fila ante un moderador sin más papel que dar paso a cada uno según se lo indicaba el reloj electrónico. Pese a las insuficiencias ya detectadas en ese ensayo, nada se varió en el rígido formato, en realidad pergeñado y asumido por los propios partidos, a través de sus representantes en el Consejo de Administración de EITB.

Basagoiti: "Ibarretxe se niega a todo lo eficaz contra ETA y López no da certezas"

Ziarreta: "Zapatero no quiere un pacto PSE-PP, sino el voto del PNV en Madrid"

López: "Dígame una sola idea ilegalizada". Ibarretxe: "El Estatuto lo está"

Ibarretxe: "Habéis traicionado (PSE y PP) la palabra dada al pueblo vasco"

Los candidatos pasaron sobre las seis áreas designadas previamente -políticas económicas, autogobierno, educación y cultura, terrorismo, vivienda e infraestructuras y políticas sociales a lo largo de una hora y 42 minutos- con tres turnos de palabra de un minuto cada uno en las dos primeras cuestiones y dos en las demás. Fue, como la llamó el moderador, Jaime Otamendi, una nueva "noche del minuto" y en ninguno de los 102 que sumaron las intervenciones se oyó nada que sus protagonistas no hayan dicho ya en sus mítines.

Sorprendentemente, Ibarretxe evitó uno de los dos principales ejes de su campaña para movilizar al voto, el acuerdo entre PSE y PP, quizá para no exponerse a que ambos le desmintieran in situ y de modo convincente para la audiencia. El debate sirvió para constatar hasta qué punto los tres partidos que siguen en el Gobierno están distanciados y sería difícil repetir la alianza: cruzaron entre ellos casi más críticas que con los que han sido oposición, hasta el punto de que Ibarretxe afeó a sus aún socios sus desmarques: "Unai, Javier, parece que no hayáis estado en el Gobierno", les reconvino, para reivindicar toda su acción y realizar un guiño a EA al señalar que no tiene ningún reproche pendiente con esa formación.

Madrazo y Ziarreta se enzarzaron entre ellos y criticaron al PNV por cuestiones centrales como la política fiscal, la supresión del Impuesto de Patrimonio y la rebaja en el Impuesto de Sociedades, lo mismo que en las políticas sociales y de vivienda. En este último apartado, el único en el que el todavía consejero y líder de EB, Javier Madrazo, se salió de un permanente tono de autómata, puso la proa en dirección a la candidata de Aralar, Aintzane Ezenarro, que se vio sorprendida por su virulencia. "Lo que tiene que hacer es dejar de mentir y rectificar", le respondió por dos veces a sus acusaciones de haber incumplido su palabra por no haber llevado al Parlamento la ley de Vivienda. Ezenarro le recordó que la Cámara se disolvió a los pocos días y que la promesa era aprobarla en los dos primeros años del mandato.

En la exposición sobre las politicas económicas, López, que abrió turno, dejó sobre la mesa su confianza en el autogobierno y el Concierto Económico para salir de la crisis - "pero no solos", dijo-, y su receta de concertar medidas con empresarios y sindicatos, además de con el Gobierno central, el resto de España y Europa. López resaltó que la crisis ha llegado a Euskadi más tarde, y que en los cuatro últimos meses el paro ha subido un 40%.

Ibarretxe se defendió con la comparación entre el 8% de desempleo vasco y el 14% del conjunto español, y reivindicando "esperanza". Por su parte, Basagoiti los igualó a los dos: su suma es "una máquina de hacer parados", tanto "Zapatero como Ibarretxe dijeron que la crisis no llegaría" y son lo mismo porque "se han aprobado los presupuestos" el uno al otro.

Ibarretxe abrió turno en la cuestión del autogobierno señalando que "decidir aquí es oxigeno, ser más feliz, tener más bienestar", y homologó a López y Basagoiti en una acusación: "Habéis faltado a la palabra dada el pueblo vasco con el Estatuto de Autonomía", les dijo. Madrazo le echó un capote al preguntar a ambos "hasta cuándo tendrán secuestrado del Estatuto".

López le emplazó a ponerse de acuerdo en el Parlamento "y verá cómo conseguimos las transferencias". "Ni en una broma de carnaval", respondió Ibarretxe, ese debate ya lo hicimos sin resultados. Está en juego el autogobierno, decidir aquí". López terminaría luego la discusión con una advertencia a Ibarretxe: "No siga con que no podemos gobernar porque no somos vascos", le dijo, tras recordar la gestión socialista en los gobiernos de coalición con el PNV al frente de la sanidad, la educación o las infraestructuras y la defensa del Concierto Económico ante los tribunales europeos por parte de la Abogacía del Estado. Luego le lanzó una pregunta que quedó sin respuesta: "Los que se juegan la vida o ha asesinado ETA ¿defendían o no a Euskadi?".

Basagoiti acusó al PNV de "cargarse el Concierto" al declarar muerto el Estatuto, y al PSE de querer reformarlo arrastrado por un nacionalismo que "habla de autodeterminación mientras ETA pone bombas y mata, y donde hay 300.000 personas temiendo por su puesto de trabajo". Ziarreta aprovechó su turno para cargar contra el PNV, al que reprochó haber "olvidado" el plan Ibarretxe y la consulta, y para descartar la alianza PSE-PP que pregonan los peneuvistas. "Zapatero no quiere un pacto PSE-PP, sino los seis votos del PNV en Madrid". El juego es, dijo, "la vuelta atrás al autonomismo y los gobiernos transversales.

El terrorismo permitió a Ibarretxe reiterar su "ETA kanpora" y la afirmación de que las ilegalizaciones se han hecho por cálculo electoral, lo que López negó y volvió contra él: "El cálculo es suyo, que habría querido volver a ser lehendakari con esos votos". Basagoiti dijo que se puede ilegalizar el terrorismo "y el nazismo" y acusó al socialista de que "no da certezas".

En este apartado cometió Ibarretxe su mayor desliz. Fue cuando López le interpeló: "Dígame una sola idea [que ha sido] ilegalizada, porque ustedes defienden la independencia". Y el candidato del PNV respondió: "El Estatuto está ilegalizado, al menos en 36 de sus competencias", indicó ante el estupor de más de un participante en el debate.

El apartado sobre Educación y Cultura tuvo por centro al euskera, algo que López deploró, mientras que los de Vivienda e Infraestructuras y Políticas Sociales sirvieron sobre todo para que los candidatos del tripartito y también la del cuarto posible apoyo de Ibarretxe, Aralar, dejaran expresas sus muchas dife-7d930e33530f3a

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Debate electoral en el País Vasco