_
_
_
_
_
Elecciones 1-M

Marihuana, sonrisas y frases enlatadas

La televisión siempre tiene algo de impostura. Los espectadores que se arriesgaron a ver el debate electoral de ayer pudieron contemplar seis candidatos impecables y sonrientes presentando su modelo de sociedad en un impoluto escenario blanquiazul. Pero las cámaras no captan cómo las marañas de cable que deambulan por el suelo, o como los decorados de otros programas de televisión descansan esperando su turno a unos metros del atril donde Javier Madrazo prometía legalizar el cannabis si resulta ganador -el candidato de EB no aclaró si su invitación "a soñar" lanzada al final para pedir el voto tenía algo que ver con la marihuana-.

Los candidatos llegaron algo tensos y se fueron igual. El debate parecía ser casi un trámite, a sabiendas de que el encorsetado formato iba impedir una verdadera confrontación ideológica que pudiera convencer a algún indeciso. En otros encuentros similares presenciados por este periodista, es habitual que los aspirantes hablen un poco antes y después del encuentro, de la vida, la familia, del buen tiempo o del fútbol... y que, entre tanto, se les escape alguna frase que no esté enlatada. En este caso, de poco servía poner la oreja para arrancar algo espontáneo, porque no lo hubo. Todos traían la lección aprendida con sus bálsamos que todo lo curan, como el soberanismo multiusos, solución de casi todos los problemas de Euskadi, esgrimido por el candidato de EA, Unai Ziarreta. Además, un omnipresente reloj a la vista de todos les recordaba que les tocaba un minuto a cada uno.

Más información
Un debate previsible y a medio gas

"Hoy sí que hay gente", exclamó el candidato peneuvista, Juan José Ibarretxe, nada más llegar, en alusión al número de periodistas con respecto a la anterior edición del debate, realizado en euskera. Ezenarro, Madrazo y Basagoiti vinieron armados con unas contundentes carpetas, mientras que los demás recurrieron a folios sueltos o fichas. Los reproches por promesas incumplidas y acciones de gobierno volaban en todos los sentidos, tanto que algún espectador despistado se habría perdido entre tanto quién gobernaba con quién en dónde. "Javier, Unai, parece que no hayáis estado en el Gobierno", respondió Ibarretxe en uno de esos envites a los candidatos de EB y EA -el aspirante peneuvista a la reelección, por cierto, reservó el trato de "señor" para los candidatos del PSE-EE y PP-. El azar, no obstante, propició algunos momentos de intercambio cuando el interpelado coincidía con el que hablaba a continuación. Quién sabe si estaba previsto en el guión, pero, a ratos, hasta pareció un debate.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_