"Tú no te escapas"
Manuela Uranga, edil socialista en Guipúzcoa, sufrió el domingo un nuevo ataque tras nueve años de acoso
El mismo día en que ETA anunció, en junio de 2005, que suspendía sus atentados contra cargos electos, uno de los que intentan hacerle la vida imposible tocó al timbre de su casa en Azpeitia (Guipúzcoa) para decirle: "Hija de puta, tú no te escapas". En diciembre de 2006, fue abordada por dos jóvenes mientras caminaba con sus escoltas. "Sois los siguientes", les espetaron. Todo esto y más es el día a día de Manuela Uranga (Azpeitia, 1953), euskaldún, vasca, socialista y marcada por la diana de ETA y su entorno por no pensar lo mismo que ellos.
Además del miedo y la rabia inherente a tal injusticia, sufrir esta amenaza implica toda una serie de sacrificios. Manoli, por ejemplo, tuvo que renunciar a tomarse un café improvisado con las amigas o a algo tan simple como ver la vida transcurrir por su ventana -vive con las persianas bajadas por motivos de seguridad-.
"La lucha por la libertad en Euskadi se juega en los pueblos", afirma
En el primer atentado que sufrió, allá por el año 2000, un cóctel molotov impactó en la pared de su casa. El fuego se quedó a un metro de su cama. "Desde entonces no he vivido un año sin que me pasara algo. Aguantas porque tienes claro por qué lo estás haciendo, pero nunca te acostumbras a la impotencia".
El último de los ataques sufridos por esta concejal socialista fue en la noche del domingo pasado, a las 23.45. Los radicales lanzaron dos bombillas llenas de pintura con los colores de la bandera española, rojo y amarillo, contra su domicilio. Con la llegada del nuevo alcalde, el peneuvista Julián Eizmendi -reemplazó al de ANV, Iñaki Errazkin, tras negarse éste a condenar el asesinato de Inaxio Uria a manos de ETA- algo ha cambiado: "A las seis y media de la mañana ya estaban limpiando la pintura, cuando antes tenía que esperar hasta dos días".
El municipio, explica, vive inmerso en un incómodo silencio desde la muerte del empresario el pasado 3 de diciembre. "En las grandes ciudades se las arreglan. La lucha por la libertad en Euskadi se juega aquí, en los pueblos", recuerda.
Uranga se muestra entera a pesar del acoso radical. "Estoy muy bien", es lo primero que dice al responder por teléfono a las preguntas de este periódico. Percibe que, tal vez, el final está cada vez más cerca. "Todavía pueden hacer daño, pero están acabados. Están cavando su propia tumba".
Se quedó a 20 votos de renovar su escaño como concejal en Azpeitia en 2007, y su partido le buscó un hueco como edil en la localidad guipuzcoana de Beasain, tras la renuncia de una concejal y de todos los suplentes no electos.
A estas alturas, sigue sin poder entender cómo algunos pretenden reclamar libertad de expresión y más autogobierno a golpe de cócteles molotov, ni cómo algunos se indignan ante la ilegalización de una formación política que no condena a quienes asesinan a los que no piensan como ellos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Kylian Mbappé no puede librar ni contra el Talavera: “Ha sido decisivo, por eso lo dejamos en el campo”
El Baskonia sigue fuerte en el Buesa y suma una victoria de prestigio ante AS Monaco
Muere Hans van Manen, coreógrafo y maestro de la danza contemporánea, a los 93 años
Petro reconoce por primera vez que Maduro es un “dictador”
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































