Pakistán y los talibanes pactan una tregua en el valle de Swat
Los insurgentes talibanes y las autoridades paquistaníes han acordado un alto el fuego permanente en el valle de Swat, un distrito de la Provincia Fronteriza Noroeste de Pakistán -en la que se supone se esconden los jefes de Al Qaeda-, según informaron ayer fuentes oficiales. El pacto fue anunciado cinco días después de que las autoridades paquistaníes ofrecieran a los insurgentes la reintroducción en la zona del sistema judicial islámico. Un líder talibán local, sin embargo, reaccionó al anuncio precisando que todavía estaban "considerando" la posibilidad de extender una tregua de 10 días declarada el domingo pasado.
El valle de Swat ha sido azotado desde finales de 2007 por una creciente oleada de violencias que ha provocado la muerte de cerca de 1.200 personas, la huida de entre 250.000 y 500.000 habitantes y la destrucción de 200 colegios femeninos. Los talibanes pretenden impedir así el acceso de las mujeres a la educación.
Los líderes tribales de la zona debatieron el alto el fuego con Maulana Sufi Mohamed, un clérigo radical considerado una de las principales figuras de la insurgencia islámica en toda la región. Maulana capitaneó miles de militantes que cruzaron a Afganistán en 2001 para colaborar a la resistencia a la invasión liderada por EE UU. Maulana fue detenido en 2001 y liberado en 2008 por las autoridades paquistaníes, con la intención de negociar con él un proceso de paz.
Los temores de EE UU
Las concesiones realizadas a los talibanes han disparado las alarmas en varios Gobiernos occidentales, especialmente en el estadounidense. Temen que el alto el fuego convierta el valle en un nuevo santuario para los talibanes.
Richard Holbrooke, enviado especial de la Casa Blanca a la zona, no ocultó su perplejidad el jueves, aunque dijo que el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, le había asegurado que se trataba de un "acuerdo temporal" para estabilizar la región, en la que las tropas del Ejército paquistaní se han desplegado en octubre de 2007.
A pesar del despliegue, la práctica totalidad del territorio del valle está bajo el control de los talibanes, con la excepción de algunas zonas urbanas. Como consecuencia del acuerdo, las escuelas masculinas deberían reabrir mañana sus puertas. Las autoridades paquistaníes explicaron que seguían presionando a los talibanes para que permitan el acceso a la educación a las niñas.
