La economía acapara la preocupación ciudadana

La percepción de la crisis es tal que los gallegos vuelcan todas sus preocupaciones en la situación económica y dejan de lado el resto de cuestiones de actualidad. A la pregunta de cuál es el principal problema que tiene planteado Galicia en estos momentos, el 73% de los encuestados alude a cuestiones económicas: el 58% cita el paro, el 9% la situación de la economía en general y el 6% la falta de industria.

El resto de cuestiones ocupa un lugar marginal. Las infraestructuras, uno de los asuntos que más tiempo ocupa en el debate político en Galicia, sólo son citadas por el 5%. La agricultura, el transporte, la sanidad, la educación y la inseguridad ciudadana sólo son citadas por uno de cada cien ciudadanos.

Mejor que el resto

En coherencia con esas respuestas, el 63% de los gallegos considera que la situación económica es mala o muy mala. El 23% la considera regular y un 13% resiste a cualquier clase de desaliento y mantiene que la situación es buena o muy buena.

Los gallegos son ligeramente más optimistas sobre la marcha económica específica de su comunidad que al pronunciarse respecto al conjunto de España. El porcentaje de los que creen que la situación española en general es mala o muy mala asciende hasta el 74%. Esa desproporción es apreciable incluso entre los votantes del PP: el 72% opina que la situación de Galicia es mala o muy mala y esa misma categoría aplicada al conjunto español se eleva hasta el 84%.

Con todo, la mayoría de los gallegos (el 45%) piensa que Galicia está igual de preparada que el resto de España para enfrentarse a la crisis. El 33% opina que está peor preparada y el 16%, mejor. Entre los que ven a su comunidad en mejores condiciones son mayoría los votantes socialistas.

El horizonte político también se aprecia ligeramente mejor que el del resto del Estado. En una puntuación de 0 a 10, los gallegos otorgan un 4,7 a la situación política de su comunidad y un 4,4 a la de España. En este caso, los votantes de la coalición que gobierna en la Xunta decantan la balanza.

Los electores socialistas y nacionalistas dan un aprobado a la situación de la política gallega (5,5 los del PSdeG y 5,4 los del BNG) frente al suspenso sin paliativos que le ponen los del PP (3,8).