El bipartito gallego resiste
Socialistas y nacionalistas podrían repetir la coalición con el mismo equilibrio que en 2005 - El PP retrocedería un escaño, pero apenas acusa el desgaste
Tres años y nueve meses después de que Manuel Fraga franquease por última vez la verja de San Caetano, el edificio administrativo de la Xunta de Galicia en Santiago, muy poco se ha movido en el horizonte electoral de esa comunidad autónoma. El histórico cambio político que se fraguó en 2005, a través de una coalición del PSdeG-PSOE con el Bloque Nacionalista Galego (BNG), está en condiciones de revalidar su mandato el próximo domingo, según la encuesta realizada por Metroscopia para EL PAÍS. Pero los réditos de la acción de gobierno para el socialista Emilio Pérez Touriño y el nacionalista Anxo Quintana son escasos. Aunque el PP volvería a quedarse fuera del poder al no conseguir la mayoría absoluta, sus pérdidas se limitarían a un escaño, de acuerdo con el estudio de Metroscopia, realizado entre los pasados días 12 y 16 con un total de 1.600 entrevistas en las cuatro provincias gallegas. Las diferencias son tan escasas que el desenlace de las elecciones parece abierto. La encuesta adelanta una caída de la participación de tres o cuatro puntos respecto a 2005.
- Sin vencedores ni vencidos. De los tres partidos con representación en el Parlamento gallego, el PSdeG es el único que mejoraría sus resultados, aunque muy levemente: puede crecer un punto porcentual respecto a 2005 y sumar uno o dos escaños más a los 25 que logró entonces. El PP, con su nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, lograría prácticamente lo mismo que Fraga, aunque un ligero retroceso de menos de un punto podía privarle de uno de los 37 diputados que tiene ahora (la mayoría absoluta está en 38 de los 75 escaños de la Cámara gallega). Los nacionalistas del BNG se mueven en el filo: podrían perder uno de sus 13 escaños, mantenerlos o incluso ganar uno.
- Fortaleza urbana. Durante muchos años, la imbatible hegemonía del PP gallego se asentó en su dominio de los feudos rurales. La tendencia empezó a quebrarse hace tiempo y todo indica que se consolidará el próximo domingo. Como se venía anunciando, el PP corre el riesgo de sufrir un descalabro en Ourense, la provincia más rural y su gran mina de votos durante la larga etapa de Fraga. Allí los populares, según la encuesta, podrían perder hasta casi cinco puntos porcentuales y ceder un escaño a los socialistas. Por el contrario, el PP puede mejorar resultados en la circunscripción más urbana, A Coruña, aunque no se reflejaría en el reparto de diputados. En Lugo el PP se mantiene y en Pontevedra, de donde es originario su líder nacional, Mariano Rajoy, muestra una cierta tendencia a la baja.
- Pulso entre los socios. Las elecciones del 1-M, además de la disputa entre la coalición de gobierno y el PP, encierran otro pulso particular entre los socios de la Xunta que condicionaría el futuro equilibro de poder entre ambos si logran reeditar la coalición. En ese aspecto, tampoco hay muchas novedades, aunque el PSdeG apunta una tendencia al alza tan suave como la inclinación a la baja del BNG. El estudio de Metroscopia advierte de que puede haber dos escaños muy disputados entre socialistas y nacionalistas en A Coruña y Pontevedra. Si así fuese, el reparto final quedaría a expensas de los votos de la emigración, que se escrutarán una semana después del recuento en Galicia. Aunque los llamados residentes ausentes suman el 12% del total del censo gallego, es muy difícil que puedan decidir en caso de escaños disputados entre los dos principales partidos. Otra cosa es si está por medio el BNG, que entre la emigración no suele superar el 5% de los votos.
- Igualdad entre los líderes. Touriño es el único de los tres líderes que aprueba en la valoración de los encuestados, con un cinco raspado. Pero sus contrincantes no se quedan muy lejosy Quintana un 4,6. Los candidatos del PP y el BNG son los mejores valorados por sus propios electores (6,2) con una escasísima diferencia sobre Touriño (6,1). El presidente logra un 4 de valoración entre el electorado de los populares. Los votantes socialistas y nacionalistas aprueban por igual a los líderes del bipartito. Los nacionalistas dan un 5,2 a Touriño y los socialistas, un 5 a Quintana.
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