El presidente del alto tribunal se estrena pidiendo más medios

Miguel Ángel Cadenas se estrenó ayer al frente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia con un críptico discurso sobre la procelosa situación de la Justicia, aunque claro y concreto en el listado de medios y medidas que requiere, a su juicio, el "servicio público" para funcionar "con normalidad" y sobre todo en tiempo. "La seguridad jurídica es un derecho que impone respuestas judiciales en tiempo y forma adecuados", recordó Cadenas. Y para ello, no hay secretos: hay que dotar el sistema, aquejado por "una situación de congestión y de déficits importantes en eficiencia y eficacia" de una organización "propia con infraestructura personal y material" suficiente, incidió el nuevo presidente del alto tribunal gallego tras tomar posesión del cargo ante un amplio elenco de las autoridades civiles y judiciales de la comunidad autónoma.

No quedaba ayer un hueco libre en el Palacio de Justicia de A Coruña. Al día siguiente de la huelga nacional de jueces y en plena campaña electoral para renovar el poder político en Galicia, había máxima expectación para asistir a la llegada del primer magistrado de tendencia progresista al frente del Tribunal Superior.

Cadenas Sobreira (Ourense, 1947), magistrado de la Sala de lo Social y con más de 34 años en la carrera judicial, pertenece a la asociación Jueces para la Democracia, minoritaria en la judicatura gallega pero con una destacada representación en el acto. Su nombramiento hace dos meses y por una mayoría mínima de votos (13) en el seno del Consejo General del Poder Judicial pone fin a tres años de interinidad en el alto tribunal.Desde la marcha en marzo de 2006 de Jesús Souto, ascendido al Tribunal Supremo, Antonio González Nieto, en su calidad de magistrado de más edad, ejerció provisionalmente la Presidencia de la institución. A punto de jubilarse, dentro de un mes, cedió ayer el testigo a Cadenas sin que nadie se acordara siquiera de mentarlo en los discursos. Aunque el representante del Consejo General del Poder Judicial, Manuel Almenar, sí pidió disculpas públicas por el gran retraso, fruto del bloqueo institucional y político del órgano de gobierno de los jueces, con el que se cubrió la vacante del alto tribunal gallego.

Cadenas es el cuarto presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, una institución creada en 1989. Antes de incorporarse a ella, este magistrado de perfil progresista presidió las audiencias provinciales de Oviedo y Ourense.

Ayer, el nuevo presidente, tras prometer el cargo, arrancó su primera oratoria con un sentido recuerdo para compañeros de profesión "ya ausentes". Y tras consideraciones sobre la pésima situación de la Justicia en medios y personal -así como una breve referencia a la huelga de jueces de la víspera- que "al margen de la propia opinión y de la decisión de cada cual, no cabe descontextualizar", el nuevo presidente del Tribunal Superior, se pasó al gallego para enumerar las medidas más reclamadas, por lo que le gusta denominar como "el servicio público de la Justicia".

En Galicia, dijo Miguel Ángel Cadenas, es necesaria, entre otras, una demarcación judicial adaptada "a las circunstancias del territorio", delimitar las funciones del secretario judicial, hacer efectivo un registro de medidas cautelares, requisitorias o de sentencias que no sean firmes. El magistrado también urgió a extender los juzgados de violencia y derecho de la familia, a incorporar las nuevas tecnologías y aumentar la plantilla de jueces.

La huelga

Quien sí se explayó sobre "los momentos convulsos que vive la administración de la Justicia" y la convocatoria de huelga de los jueces que en Galicia tuvo un amplio seguimiento en las cuatro provincias, fue Almenar. El vocal gallego del Consejo General del Poder Judicial, que apoya las reivindicaciones que llevaron al paro del pasado martes, consideró que ahora, más que nunca, es momento "del diálogo y la negociación".

El Consejo General del Poder Judicial, dijo Almenar, quiere "liderar la voluntad de cambio para conseguir una justicia real y de calidad", una "mejora que no puede ser por la vía del enfrentamiento entre poderes del Estado sino por la del diálogo". E instó al Ministerio de Justicia y las comunidades autónomas a sentarse a negociar las reivindicaciones de jueces y magistrados "que no quiere trabajar menos, sino mejor con todos los medios y condiciones necesarios para una tutela judicial real".