El PP se arroga el liderazgo de la lucha contra el paro tras la manifestación

La manifestación del PP contra el paro ha seguido con literalidad el manual de este tipo de actos, tanto en los preliminares como en la conclusión y epílogo. Igual que el cine de género: el guión se ajusta como un guante. Primero fue avivar el fuego con llamadas de emergencia, después el clamor por el derecho a tomar la calle y, por último, el delirio del "éxito". En la parte contraria, en la de los socialistas, el esquema ha permanecido también inalterable. Primero fue el asombro, después la descalificación por oportunista y, por último, la ironía ante el "fracaso".

Así lo contaron ayer el secretario del PP andaluz, Antonio Sanz, y el vicesecretario del PSOE, Luis Pizarro. El popular calificó la convocatoria de "hecho histórico" que obliga al presidente de la Junta, Manuel Chaves, a replantear su política económica, además de aprovechar para deslizar que Javier Arenas está desde el domingo "más cerca que nunca de gobernar Andalucía". En consecuencia, la polémica concentración -comparable "a los grandes eventos" y las "más grandes movilizaciones" ocurridas en Andalucía- es un antes y después, y ahora es el PP "quien toma la iniciativa" del invocado pacto por el empleo, porque tiene el "respaldo de la calle", "está en la calle", y la citación y encuentro de Chaves con Arenas y Diego Valderas (líder de IU) de la semana pasada eran sólo "una reacción histérica a la manifestación", dijo Sanz.

Los populares sostienen que hay que empezar casi de cero. Por eso anunciaron que remitirían ayer mismo al vicepresidente segundo del Gobierno, José Antonio Griñán, una carta en la que le reclaman un nuevo documento con el diagnóstico, estrategia y objetivos que se va a marcar el Ejecutivo para alcanzar el pacto por el empleo, y mantener futuras reuniones. El que les entregó el Gobierno andaluz el viernes pasado, señaló Sanz, no vale: "Es improvisado y no pasaría un examen de segundo de Economía".

Casi simultáneamente, Pizarro rechazó la posibilidad de elaborar un nuevo texto. "No tiene sentido", aseveró, puesto que "el documento elaborado por el Gobierno andaluz puede ser modificado y, además, en él se tienen presente muchos puntos coinciden con el documento entregado por el Partido Popular".

El dirigente socialista leyó en las palabras de Sanz un claro desinterés por el diálogo. "Son un jarro de agua fría", señaló, y conminó a Javier Arenas a elegir entre "utilizar políticamente la crisis o tirar del carro".

Manuel Chaves ya anunció el pasado viernes que Griñán comenzaría hoy la ronda de contactos con los equipos económicos de PSOE, PP e IU para la creación de unos grupos de trabajo e iniciar las negociaciones sobre el documento base del Ejecutivo.

Respecto a la manifestación Luis Pizarro la definió como "otra gran mentira", ya que, a pesar de asegurar que no iba en contra de nadie, finalmente, se convirtió en un acto de exorcismo del presidente Chaves. Además, en su opinión, ha sido un "fracaso" porque no ha movilizado ni a un 10% de su militancia.

Por su parte, Chaves negó la mayor. La manifestación no fue tal, fue un "mero mitin" con la excusa del empleo. Y por lo tanto, el PP carece del respaldo que dice tener para llevar la iniciativa y lo que debe hacer es apoyar el diálogo abierto entre todos.