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Patrimonio fuerza la primera rehabilitación de la muralla coruñesa

El Ayuntamiento promete un plan para proteger una fortificación "maltratada"

El endémico abandono y falta de cuidados de la muralla de A Coruña, una fortificación medieval con sucesivos retoques entre los siglos XVI y XIX que rodea el casco histórico de la ciudad, toca a su fin. A requerimiento de la Dirección Xeral de Patrimonio, que instó a las autoridades coruñesas a limpiar la maleza y desperdicios que atacan este monumento, la Concejalía de Rehabilitación Urbana aprovechó parte de la aportación del Gobierno Zapatero a los ayuntamientos para "adecentar, mejorar y tratar de poner en valor" los tramos más deteriorados del baluarte, clasificado como Bien de Interés Cultural.

Esta primera intervención en décadas será "blanda y parcial", anunció el edil nacionalista Mario López Rico, a la espera de que se redacte el plan director que guiará la conservación de un monumento aquejado por "un maltrato histórico de la ciudad", la presión urbanística y la intensidad del tráfico en la zona más céntrica y noble de la ciudad, el paseo de O Parrote.

Esa inexistente "hoja de ruta" es una grave "carencia", admitió el concejal, dado que es un requisito obligatorio para la preservación de un bien protegido y catalogado. "No es como la Muralla de Lugo o de Málaga, pero tiene cierta importancia nacional, es un patrimonio que no tienen Santiago o Pontevedra y que es necesario recuperar, poner en valor y darle un trato digno", ahondó López Rico.

Hace años que los arqueólogos alertan del deterioro de la antigua muralla que defendía la ciudad. Y de la falta de limpieza periódica. Cuando Patrimonio envió el año pasado un requerimiento para que se adecente el monumento, hubo incluso que investigar de quién era competencia, según fuentes municipales. Al final se llegó a la conclusión de que la Autoridad Portuaria era responsable sólo de una parte de la muralla, en O Parrote, y el resto, que sirve de cierre a la Ciudad Vieja, es "por descarte" cosa del Ayuntamiento.

No obstante, con un presupuesto de 904.000 euros y un proyecto a ejecutar en seis meses, la Concejalía de Rehabilitación, de acuerdo con Patrimonio, intervendrá sobre los históricos muros. Además de limpiarlos, cambiará la iluminación para realzarlos, creará en uno de sus tramos una "pantalla vegetal", ampliará aceras en otros.

Una de las actuaciones previstas cambiará una foto típica de A Coruña: en la parte de la muralla que cierra el jardín de San Carlos se retirarán los ventanales y el balcón de madera que adornan, como si de la fachada de un pazo se tratase, el exterior del baluarte y se remplazarán por láminas de vidrio blindado. Además se pintará "de color terroso" parte de la piedra exterior. La intervención pretende ampliar "las magníficas vistas" sobre la dársena y ría coruñesas, alegó el edil, y devolverle el aspecto que tenía en el siglo XIX.

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