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El 'camorrista' discreto

Detenido en Pineda un jefe de la mafia condenado por dos homicidios

Jesús García Bueno

Detener a un jefe de la Camorra en Cataluña está dejando de ser un acontecimiento singular. En el último medio año, los cuerpos policiales han echado el guante a cinco capos de la mafia napolitana, la mayoría con cuentas pendientes en Italia, que buscan en las localidades turísticas de la costa mediterránea un refugio ideal para esconderse. El último en caer, esta vez a manos de los Mossos d'Esquadra, es Pietro M., de 50 años. El hombre fue capturado mientras paseaba tranquilamente por una calle de Pineda (Maresme). Vivía de forma discreta y modesta para no revelar su secreto: debe cumplir una condena de 20 años en su país por dos homicidios.

"No hay muchos camorristas en Cataluña. Pero es cierto que, por el idioma, el clima y la proximidad con su tierra, es un lugar ideal. Nosotros intentamos que no estén cómodos", explicó ayer el subjefe de la división de investigación de la policía autonómica, Josep Monteys. Desde hacía un tiempo, Pietro se movía entre Pineda y Calella. No hacía ostentación de su poderío económico ni estaba implicado en actividades delictivas. Se había instalado en Barcelona sólo para protegerse. "Suelen venir a zonas turísticas donde es frecuente ver europeos. Así pasan desapercibidos", explicó Monteys.

Sobre Pietro, que a principios de los años noventa controló el crimen organizado en su ciudad natal, Nocera Inferiore, pesaba una orden internacional de detención. El mafioso está condenado, en sentencia firme, por dos delitos de homicidio, tráfico de drogas y pertenencia a la Camorra. También tiene antecedentes por tenencia ilícita de armas y robos con intimidación.

Además de Pietro, en los últimos meses han caído otros cuatro destacados jefes de la Camorra: Salvatore Zazo -que tenía un negocio de importación de pescado para camuflar el tráfico de drogas-, Patricio Bosta -detenido mientras disfrutada de una mariscada-, Raffaele Laurenti y Mario Santafede.

Esta vez, los Mossos recibieron información de proximidad (vecinos y comerciantes) sobre el sospechoso, cotejaron sus datos con los de la Interpol y detuvieron a Pietro en la calle. El camorrista fue discreto también en su arresto: ni opuso resistencia ni llevaba armas encima. Ayer por la noche seguía custodiado, bajo fuertes medidas de seguridad, en la comisaría de Les Corts.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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