PSOE y PP se acusan de amparar casos de corrupción en sus filas

Socialistas y populares se acusaron ayer en el Parlamento de amparar en sus filas a personajes corruptos, a cuenta de la trama investigada por el juez Baltasar Garzón que salpica de lleno al Partido Popular y del espectacular vídeo en el que se ve al ex alcalde socialista de Ohanes (Almería) Juan Sierra recibiendo dinero de un promotor.

El PP cree que este último caso afecta a la Junta de Andalucía, porque Sierra, al que el PSOE le "dio puerta" cuando tuvo conocimiento de los hechos a finales de noviembre, trabaja como agente de Medio Ambiente en la Junta de Andalucía. Sierra, explicó ayer el vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, es funcionario desde 2000 y tiene su plaza en la Consejería de Medio Ambiente en Almería.

Pero para la portavoz del PP, Esperanza Oña, este hecho de muestra que hay "un acuerdo entre el Gobierno andaluz y un presunto delincuente", motivo por el que pedirá una comisión de investigación en el Parlamento andaluz. La petición no prosperará, dada la mayoría absoluta del PSOE, pero alargará aún más el caso Ohanes.

Como suele hacer, Zarrías dejó toda su munición contra el PP para el turno de réplica, una vez agotados los dos turnos de intervención de la popular. Y fue entonces cuando contraatacó con el caso de la trama corrupta que afecta al PP. "Aplíquense el cuento", arrancó Zarrías para apremiar al PP a actuar en el caso del alcalde de Alhaurín el Grande, Juan Martín Serón, del PP, imputado de cohecho, prevaricación urbanística y blanqueo de capitales. De ahí, Zarrías pasó a describir al PP como un partido "abierto en canal donde se están fulminando y espiando unos a otros" y que tiene "mucho que explicar" de su financiación. "En Madrid y aquí. Tienen mucho que explicar de la Z a la A. Las cuentas no están claras y lo saben". Aludía a la empresa Rialgreen, una de las sociedades investigadas por Garzón. Esta empresa, según el informe la Cámara de Cuentas no justificó qué tipo de servicios prestó a los populares andaluces en la campaña autonómica de 2004. El PP andaluz asegura que "nunca ha tenido relación" con Rialgreen.

Oña se enrabietó porque Zarrías no se centró en el caso de Ohanes. La popular interrumpió el pleno a voces pidiéndole al vicepresidente que le contestara y recibió una llamada al orden de la presidenta de la Cámara. En este barullo, se escuchó la voz de Zarrías: "¡Duele la verdad!".

El caso de Ohanes no será el único que traiga el PP al Parlamento para dar aire al ventilador. Tanto Javier Arenas como Antonio Sanz apuntaron ayer en el pleno que el PP está investigando el dinero recibido por una empresa dentro del plan de incentivos de la Junta de Andalucía. "Es la antesala de algún escándalo", apuntó Arenas; "mientras no hay ayudas a las familias, parece que hay dinero para alguna empresa, ya lo descubriremos", avanzó Antonio Sanz sin facilitar más datos.

Y en este ambiente enrarecido, ayer se conoció que el Tribunal Supremo ha admitido a trámite la ampliación de una demanda de protección al honor presentada por Javier Arenas contra el vicesecretario general del PSOE, Luis Pizarro, por llamarlo "desequilibrado". El Supremo ya tramitaba otra querella por el calificativo de "matón de discoteca" que le dirigió en julio pasado. Arenas le pide 6.000 euros. El socialista dijo que estas acciones pretenden amedrentarlo y mostró su pesar por las "caras de satisfacción" de los diputados populares. Fue Sanz el que dio la información en el pleno.