La venta en hoteles valencianos cae un 32% y amenaza su rentabilidad

La actividad en la industria hotelera de Valencia y provincia experimentó en 2008 un acusado descenso que se ha traducido en una fuerte caída en sus resultados. Ha sido el peor año desde que la Unión Hotelera de la Provincia de Valencia (UHPV), la más representativa en su ámbito, maneja datos. De enero de 2008 a enero de 2009 las ventas han caído un 32%, según reveló ayer el presidente de la organización, Miguel Ángel Fernández Torán, quien subrayó que el sector detectó "un cambio de ciclo" en los últimos tres meses, en los que registró una ocupación del 41,50%.

En base a los 110 hoteles (20.000 plazas), con diversidad de productos y categorías, agrupados en la asociación, la ocupación total media fue del 61,51%, un 8,94% menos que en 2007, mientras que el precio medio alcanzó 80,18 euros, un 7,15% menos. La media europea de ocupación situó 6,3 puntos por encima, es decir, en el 67,8%.

Fernández Torán calificó estos resultados como "una amenaza a la rentabilidad de la industria", y, según refirió, "en algunos hoteles se hace difícil la actividad día a día". A la caída del consumo derivada de la crisis, se añade el incremento del coste energético, que el pasado mes de julio aumentó un 30%, mientras que las subidas de los precios de la hotelería en los últimos cuatro años, explicó el presidente de UHPV, han sido por debajo del IPC (Índice de Precios al Consumo).

El sector más afectado fue el de las instalaciones de cuatro y cinco estrellas. Diciembre fue el peor de los meses para los hoteles de estas categorías, que obtuvieron una venta de 665.550 euros (1.197 habitaciones de cinco estrellas) y 2.812.083 euros (5.310 habitaciones de cuatro estrellas), cuando en agosto, que fue el mejor mes por la celebración en Valencia del Gran Premio de Fórmula 1, habían obtenido 4.044.807 y 9.803.597, respectivamente. Es decir, los precios medios por habitación pasaron de 189,77 y 98,84 euros a 85,78 y 65,48 euros, respectivamente.

A tenor de estos datos, la asociación realizó una llamada a la prudencia frente a generación de nueva oferta. La dirigió sobre todo a los varios proyectos de hoteles de cinco y cuatro estrellas pendientes de ejecutar en Valencia. En ese sentido, Fernández Torán advirtió de que si se llevan a cabo, serán los propios empresarios los responsables de su resultado y no solo la crisis. El vicepresidente de UHPV, Luis García Alarcón, acompañado del secretario, Luis Martí, añadió que muchos de los proyectos previstos no se llevarán a cabo debido a la crisis inmobiliaria, aunque algunos saldrán adelante. Con todo, se mostró contrario a reconocer una saturación de establecimientos de esta categoría en Valencia. "No es que ya no falten hoteles de cinco estrellas, es que faltan clientes para ajustar la oferta a la demanda", capeó.

Una de las inmediatas consecuencias en la caída de la actividad en los hoteles será una reducción de puestos de trabajo, que la asociación situó entre el 10% y el 20%. Los 110 hoteles de la provincia de Valencia ocupan a unos 5.000 trabajadores (entre 0,4 y 0,5 por habitación). Uno de los hoteles que más está acusando las consecuencias de la caída de la ocupación, el Hilton, que presentó hace unas semanas un concurso de acreedores, ha manifestado a la asociación su voluntad de seguir en Valencia.

Pero si el pasado fue un mal año para la hotelería de la provincia de Valencia, 2009 pinta peor. Todos los hoteles están preparando un plan de contingencia ante la incertidumbre de una situación económica que nadie sabe cuándo terminará. Fernández Torán instó a "salir a vender" para mantener la rentabilidad: "De lo contrario, tendremos una crisis muy fuerte". Pese a las malas perspectivas, el presidente de UHPV, rechazando tanto el desánimo como el falso optimismo, se mostró confiado con la preparación del sector para hacer frente a la crisis, que, vaticinó, terminará antes en el turismo que en el resto de sectores.

La asociación planteó una serie de propuestas para hacer frente a la situación. Reclamó mayor dotación presupuestaria en la promoción y que este apoyo de la Administración se convierta en estructural. Asimismo, exigió mayor colaboración entre las distintas administraciones con competencias en materia turística. También, moderación salarial y flexibilidad laboral. Pero exigió a los hoteles que mantengan la calidad en los servicios y que aumenten los canales de venta para fortalecer su posición.