Botella pide que se llame para denunciar a los grafiteros

La concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, pidió ayer que se instaure entre los vecinos madrileños la cultura del chivatazo para denunciar los graffitis. Así, demandó la colaboración de todos los madrileños en su cruzada contra el arte callejero al pedirles que avisen a la policía cuando observen a un grafitero pintando una fachada.

Botella se plantó ayer en Villa de Vallecas para comprobar las labores de limpieza integral del distrito y anunció que, como ya hizo el año pasado, Medio Ambiente seguirá trabajando "con especial dedicación" en la eliminación de pintadas en las fachadas. Un tipo de actividad que ya ha dejado muy claro varias veces que no le gusta. "Los graffitis no sólo afean la ciudad, sino que generan, además, un coste absurdo que pagan los madrileños con sus impuestos: nada más y nada menos que seis millones de euros", advirtió Botella, que indicó que el año pasado se eliminaron 380.465 metros cuadrados de pintadas.

Botella también recordó que la nueva Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos, que se aprobará definitivamente en breve, incrementa las sanciones por realizar pintadas y graffitis. El importe oscilará entre 300 y 3.000 euros y podrá llegar hasta los 6.000 en caso de reincidencia.

"Queremos que los graffitis vayan desapareciendo poco a poco porque no es arte, sino una lacra social. El Ayuntamiento se gasta mil millones de las antiguas pesetas todos los años en limpiar graffitis, con los que podríamos hacer seis escuelas infantiles. La libertad del grafitero termina donde empieza la libertad del dueño de la fachada pintada", proclamó.