Barcelona será la sede social y fiscal

La sede operativa y administrativa de la nueva Spanair se mantendrá en Palma de Mallorca, pero Barcelona acogerá la sede social y fiscal, explicaron ayer fuentes del grupo comprador. El Gobierno balear aseguró que "no se nos ha transmitido que el cambio de sede sea prioritario", que Baleares "siempre defenderá que puedan quedarse aquí los trabajadores" y que, en todo caso, que "lo importante es que se salven los puestos de trabajo". Un portavoz de Catalana d'Iniciatives aseguró ayer que "por ahora no nos hemos detenido mucho en la sede".

La compra ha costado un euro, aunque los compradores asumen una ampliación de capital de 100 millones. SAS se queda con la deuda, de unos 400 millones, les prestará más dinero y se compromete a poner 50 millones en la compañía si sigue adelante con su plan de reestructuración. Ésta conlleva 775 despidos, el cierre de cinco bases operativas y la renovación de aviones, además de potenciar los viajes de negocio y las sinergias con la alianza Star Alliance. Pero Spanair es un reto mayúsculo: el de reflotar una compañía herida, con 10 millones de pasajeros pero también con 65 millones de pérdidas hasta septiembre, en un momento de tráfico aéreo a la baja, las compañías en pleno recorte de capacidad y varios procesos de concentración.

La peor estocada -dos meses después de abortar un primer proceso de venta- fue el trágico siniestro en que se vio envuelto un avión de Spanair en agosto pasado en Barajas, con 154 muertos. Y un factor clave de la operación ha sido que el grupo escandinavo asuma cualquier responsabilidad derivada de la catástrofe.