Eduardo Frei vuelve a aspirar a la presidencia de Chile
El senador, favorito como candidato de la Concertación
A los 66 años, con su inscripción para las primarias de la coalición que gobierna Chile desde 1990 en forma ininterrumpida, el senador democristiano Eduardo Frei ha iniciado su carrera para suceder a Michelle Bachelet en la presidencia de la república, cargo que él ocupó entre 1994 y 2000.
Para regresar a La Moneda, Frei deberá sortear varios obstáculos. El primero, que los analistas suponen más fácil, es la batalla que pueda ofrecer en las primarias oficialistas el senador y ex ministro de Justicia José Antonio Gómez, que preside el Partido Radical Social Demócrata, la colectividad más pequeña de la Concertación por la Democracia, la coalición que gobierna el país.
Muchos creen que Gómez no podrá llegar hasta la última primaria, la de Santiago, el 17 de mayo, por falta de recursos para financiar la campaña. Además, porque tras la retirada de esta carrera del ex presidente Ricardo Lagos y del secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, Frei ha llegado a la liza con el apoyo de democristianos, socialistas y Partido por la Democracia, tres de los cuatro mayores partidos de la Concertación.
El gran obstáculo de Frei es el candidato de la derecha, Sebastián Piñera
Pero el obstáculo principal que tiene por delante Frei es el empresario Sebastián Piñera, el abanderado de la derecha, con una fortuna valorada en 1.300 millones de dólares (1.160 millones de euros). Piñera fue derrotado por Bachelet en 2005 e inició de inmediato la carrera para la elección presidencial de diciembre de 2009. Ahora, tiene una gran ventaja en todos los sondeos sobre su rival democristiano.
Con un periodo presidencial de cuatro años sin reelección, los chilenos deberán acostumbrarse a que se repitan los rostros en los comicios para La Moneda. Pronto habrá varios ex presidentes y candidatos derrotados que pueden aspirar a una segunda oportunidad. De hecho, la batalla de diciembre de 2009 será entre un ex presidente y un ex candidato presidencial. La misma Bachelet queda situada como candidata para 2013, después de que se haya recuperado en las encuestas.
Uno de los lastres de Frei, de profesión ingeniero y empresario, es cómo terminó su mandato: con una considerable crisis económica. Pero el apellido Frei es casi como una marca en la política chilena. Su padre, Eduardo Frei Montalva, fue presidente entre 1964 y 1970, encabezó la oposición contra Salvador Allende y, tras apoyar inicialmente la dictadura, lideró las fuerzas que se oponían al general Augusto Pinochet, hasta su muerte en una clínica privada. La justicia investiga hoy si, como cree la familia Frei y muchos en Chile, la dictadura ordenó envenenar al ex presidente. Los exámenes encontraron indicios de que así fue y se espera una pronta resolución del juez a cargo del caso.
Cuarto de siete hermanos, Eduardo Frei se dedicó tardíamente a la política. Está considerado un hombre parco y de oratoria débil, pero su falta de locuacidad es más atribuible a timidez, porque en privado tiene sentido del humor.
Para esta campaña ha cambiado de estilo. Ahora parece más desenvuelto y seguro de sí mismo. Partió muy atrás en los sondeos, pero ha ido ganando terreno. Ha propuesto una nueva Constitución para Chile en 2010, en el bicentenario de la independencia. De todos los posibles candidatos de la Concertación, Frei es el que más puede evitar el drenaje de votos de centro hacia Piñera. Al inscribirse para las primarias, Frei sostuvo que "ésta es una etapa, un camino, que hace unos meses se veía oscuro". "Vamos a ganar en diciembre y vamos a seguir construyendo un país más humano, más justo", aseguró.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.