Origen militar

Por extraño que parezca, los orígenes del Orfeón Universitario de Valencia se remontan a Ronda, donde un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Universitat de València, realizaba lo que en aquella época se conocía como milicias universitarias (el servicio militar). Los estudiantes, entre los que se encontraba el primer director del Orfeón, Jesús Ribera, se entretenían con el canto coral y la afición llegó a oídos del coronel, que pidió a los jóvenes que actuaran en un festival benéfico en la plaza de la población.

Del coso malagueño salieron por la puerta grande y al llegar a Valencia los cantores, llamados por el SEU, el sindicato vertical falangista al que todos los estudiantes pertenecían sí o sí, crearon el Orfeón.

Nació como coro mixto, así que la primera labor fue reclutar a las estudiantes en las aulas (en algunos casos sus propias novias) y desde el principio las voces femeninas tuvieron presencia, aunque entonces eran minoría en la universidad. A lo largo de los años de dictadura, el Orfeón Universitario de Valencia fue respetado por las autoridades. "La relación era fluida. Nos tenían bastante respeto y tanto en el ámbito local como los ministros franquistas nos concedían subvenciones, supongo que pensaban que más valía colaborar con nosotros", comentan algunos componentes.

No obstante, y aunque el coro universitario no tuvo nunca problemas políticos, ocurrió un episodio dramático que casi nadie recuerda o sabe. En los años sesenta uno de sus presidentes fue encarcelado por comunista. En realidad ni siquiera ejerció como tal porque ingresó en prisión horas después de su elección. Aquel episodio no repercutió en la historia del Orfeón.

Un encarcelado

Durante estas seis décadas el Orfeón Universitario de Valencia se ha consolidado como uno de los coros universitarios españoles más representativos y de mayor profesionalidad. Dan cuentan el primer premio concedido en todas las ediciones del Concurso Nacional de Coros Universitarios, el primer puesto en el Certamen Internacional de Habaneras, en Torrevieja 2007 y los diversos galardones conseguidos en certámenes universitarios.

Por eso, un relevante musicólogo español opina que, pese a "ser un coro amateur suena como profesional". Los componentes del Orfeón no cobran un céntimo por sus actuaciones.