La resistencia refresca la memoria

"Cuando íbamos a la cárcel considerábamos que habíamos perdido una batalla, no la guerra". La frase es de Eduardo del Alcázar, militante comunista que en los años cincuenta entró en prisión a causa de sus actividades contra el régimen de Franco. Su guerra no era la que había estallado dos décadas antes y que había terminado con la imposición por la fuerza de una de las dos Españas machadianas, sino una contienda que duró 40 años, la de la lucha contra la dictadura y por la restauración de la democracia. La que narra el documental ¡Abajo la dictadura! Tres generaciones de antifranquistas en el País Valenciano, que hoy se presenta en el Colegio Mayor Rector Peset de Valencia.

La película es fruto del empeño de la Fundació d'Estudis i Iniciatives Sociolaborals (FEIS) del sindicato Comisiones Obreras del País Valenciano y nace de la necesidad de "llevar el conocimiento de la lucha contra la dictadura al mundo de la educación", explica Alberto Gómez Roda, coproductor ejecutivo y documentalista del proyecto. Bajo la dirección de José Casamayor, por el filme desfilan 21 personas que hablan sobre la represión a la que se vieron sometidos quienes no se ajustaban al pensamiento único del régimen, sobre las torturas que sufrieron, las cárceles en las que pasaron los mejores años de sus vidas o el papel que las mujeres desempeñaron en esa tarea de empuje para que no se perpetuara la dictadura. 21 personas que pertenecen a tres generaciones diferentes de luchadores por la libertad: los que vivieron la guerra y sobrevivieron como pudieron a ella; los que, en los cincuenta, se encontraron con la desoladora situación de que la lucha armada había dejado paso a la política de reconciliación nacional; y los que, a finales de los sesenta, prendieron la llama de la revuelta social y estudiantil para anticipar los tiempos de libertad que se avecinaban. Gente como Angelita Cuesta, hermana de una de las 13 rosas que relata la película de Emilio Martínez Lázaro, quien todavía se sorprende de que, cuando fueron a detenerla acudieran "ocho hombres con metralletas para una niña de 15 años". Como César Llorca, fundador de CC OO en Valencia, para quien ingresar en la cárcel fue como "entrar en el hotel Astoria" porque de esa forma se libraba de ser torturado. O como Vicente Vergara, organizador de la Trobada dels pobles de 1976, que hubo de cancelarse cuando las autoridades detectaron una bandera republicana entre el público.

Este retrato de la resistencia valenciana pretende refrescar la memoria de aquellos que prefieren olvidar el pasado o, sencillamente, lo desconocen. Para ello, con la narración de la actriz Rosana Pastor, los testimonios van acompañados de imágenes de la época. Algunas inéditas, como los planos de la Cárcel Modelo en 1936 o las actuaciones musicales de la Trobada dels Pobles, y otras que han aportado los propios protagonistas de la historia. Y se distribuye acompañado de una guía didáctica para que las nuevas generaciones, esas para las que la guerra civil y sus consecuencias forman parte de un pasado nebuloso y prescindible, no olviden que miles de personas lucharon durante cuatro décadas por algo que les parece natural ahora: vivir en libertad.