Cuatro prismas de cristal y cerámica

Cuatro prismas de cristal y cerámica unidos en su base, de una austeridad visual efectiva y seductora, que representará el segundo centro de Vitoria, frente a la sede del Gobierno vasco y junto a la estación intermodal, conformarán el Palacio de Congresos, de las Artes y la Música. Su autor, Mariano Bayón (Madrid, 1942), reconocido arquitecto que cuenta con los premios nacionales de Arquitectura y Urbanismo y cuatro galardones Europa Nostra (el principal reconocimiento europeo en materia de patrimonio arquitectónico), resumió ayer su proyecto como "un ágora que interactúa como una pequeña ciudad dentro de la ciudad".

La presentación por el alcalde, Patxi Lazcoz, de la propuesta ganadora tenía ayer algo de deja vu, ante la calificación de "momento histórico para Vitoria". Tal comentario llegaba seis años después de que el anterior alcalde, el popular Alfonso Alonso, hiciese una puesta en escena similar para desvelar que Juan Navarro Baldeweg sería el encargado de diseñar el Auditorio de la capital alavesa.

Aquella propuesta fracasó por falta de consenso político, mientras que esta nueva infraestructura, mucho más ambiciosa y compleja, cuenta con el respaldo de cuatro de los cinco partidos presentes en el Ayuntamiento: PSE y PNV, con un acuerdo de largo alcance, EA y EB. Además, incorpora una apuesta por superar la Vitoria decimonónica con centro en la calle Dato. "Toma cuerpo el policentrismo de Vitoria", recalcó el alcalde.

El presidente de la ponencia municipal que ha dirigido el programa de estas nuevas instalaciones, el peneuvista Iñaki Prusilla, reivindicó el rigor temporal y metódico con que se está desarrollando el proceso. "Cumplimos todos los plazos, así que esperamos que a principios de 2011 comiencen las obras". Prusilla y Lazcoz destacaron la transparencia e independencia con que se han realizado las deliberaciones, "aunque no haya gustado a algunos, que ya han reclamado por la valoración de sus proyectos". El primer edil se refería así a las quejas que le han planteado personalmente los equipos de los arquitectos Patxi Mangado, Ricardo Bofill o Andrés Perea, éste último segundo clasificado en el proceso de selección con 106 puntos sobre un total de 140, frente a los 107,28 que logró el ganador.

Bayón reconoció ayer su satisfacción con el premio. "Me alegro por el proyecto, que logrará convertirse en un ente propio, como un hijo busca siempre su propia personalidad", explicó en conversación telefónica con EL PAÍS. Considera que el proyecto ha sabido introducirse en la gran parcela que es la plaza de Euskaltzaindia, sin desmesuras urbanas ni estridencias en la escala. "Hemos logrado que en cuestiones energéticas y sostenibles, el edificio se regule en su orientación norte-sur", explicó.