El temporal obliga a cortar la AP-9 y colapsa el tráfico pesado en la A-6

Volvió el frío y volvió el caos a las carreteras de Galicia. Particularmente a la AP-9, principal arteria del país, en la que un tramo de 25 kilómetros permaneció cortado al tráfico durante una hora a causa de la nieve y el granizo y un accidente múltiple en Miño involucró a 12 vehículos. En la A-6, que comunica A Coruña con Madrid, el mal tiempo atrapó a unos 300 camiones y a un centenar de turismos a la altura de Guitiriz (Lugo). El tráfico pesado también fue el más perjudicado en la A-52, salida del sur de Galicia hacia la Meseta, donde los camiones no pudieron circular a la altura de San Cibrao, cerca de Ourense, y se requería el uso de cadenas en A Gudiña. En total, 27 tramos de carretera se vieron afectados por el temporal, según la Dirección General de Tráfico.

Igual que ocurrió hace mes y medio, cuando una fuerte granizada sembró el caos en la AP-9, ayer el tiempo forzó el cierre durante una hora de la autopista, entre Masende, en el kilómetro 16, y Ordes, en el kilómetro 41. El corte, que se prolongó de 12.00 a 13.00 horas, se debió a una fuerte granizada y a la presencia de nieve en la calzada, y dejó a varios vehículos atrapados en la zona. La concesionaria, Audasa, recomendó no acceder a la autopista y aseguró que no cobró el peaje a los vehículos afectados. También según Audasa, seis quitanieves y cien personas del servicio de conservación trabajaron durante todo el día en el mantenimiento del vial. El PP culpó a la Xunta de la reiteración de cortes en la autopista.

En la Autovía del Noroeste (A-6), mientras, la nieve, el hielo y tres accidentes leves atraparon a unos 300 camiones a la altura de Guitiriz, informa Arcadio Silvosa. La retención, en la que también se vió implicado un centenar de turismos, duró varias horas y provocó colas a lo largo de 15 kilómetros. Las mismas incidencias climatológicas causaron que varios camiones se quedaran cruzados en los municipios lucenses de O Corgo y Baralla, lo que obligó a cortar uno de los carriles.

Transporte de viajeros

El tramo más afectado se localizó entre los kilómetros 470 al 474 de la A-6, donde se llegó a limitar la circulación para el paso de camiones. El transporte de viajeros por carretera también se vio afectado por la climatología, lo que obligó a suprimir todos los servicios con Madrid. No entró ni salió ningún autocar con destino a A Fonsagrada y los que cubrieron el trayecto entre Lugo y A Coruña lo hicieron con un notable retraso, lo mismo que los autocares que circularon con destinos hacia zonas de alta montaña, como Becerréa o Pedrafita.

La A-52 también se cerró al tráfico de camiones en San Cibrao (Ourense) y registró dificultades circulatorias en A Cañiza (Pontevedra), donde una fuerte nevada afectó al tráfico. En A Gudiña fue necesario el uso de cadenas. Además de en la A-52, se requerían cadenas en diversas carreteras de Lugo y Pontevedra, como en los puertos de O Poio, Pedrafita do Cebreiro, O Acebo y O Boi.

Como en días precedentes, casi la práctica totalidad de la flota permaneció amarrada en el litoral gallego, a excepción de algunos puertos de la provincia de Pontevedra, como consecuencia de las malas condiciones en el mar que llevaron a Protección Civil a activar la alerta roja.