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La UE pide a la banca que abra la mano del crédito a la economía real

Si no se reactivan los préstamos, la recuperación económica será más lenta - Discrepancias sobre si hay que dar más ayudas a las entidades financieras

Andreu Missé

La Unión Europea ha empezado a lanzar los primeros mensajes a la banca para exigirle que colabore y no frustre la salida de la crisis. La necesidad de que bancos y cajas reactiven la concesión de créditos a empresas y particulares se convirtió en el principal asunto de debate en la reunión de los ministros de Economía celebrada ayer. Los responsables de las Finanzas de los Veintisiete pidieron a la banca que reanude y normalice la concesión de préstamos para reactivar la economía.

Miroslav Kalousek, ministro de Finanzas de la República Checa, que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión, manifestó que "las recapitalizaciones bancarias no deben servir para cumplir con los requisitos de capital, sino para prestar dinero a la economía real". Las conclusiones del Consejo señalan que "los suministros de capital a los bancos no persiguen establecer requisitos más exigentes, sino que proporcionan un amortiguador tanto para resistir las desafiantes condiciones económicas como para mantener el crédito a los usuarios solventes". Los ministros quisieron dejar bien claro que "no se pretende aumentar el nivel de exigencias de capital", de las instituciones sino facilitar que fluya el dinero.

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El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, fue más explícito al señalar que, de la misma manera que se habían adoptado medidas de apoyo a las entidades financieras con la compra de determinados activos, la banca debe "arrimar el hombro como lo está haciendo todo el mundo". El vicepresidente abundó en que los bancos son "los primeros interesados en normalizar el crédito, porque es su negocio".

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, señaló su preocupación por que "el funcionamiento de los mercados de crédito no es el adecuado". Añadió, no obstante, que los planes de estímulo económico están dando "muy buenos resultados" para restablecer los mercados de bonos y de dinero.

Almunia anunció también que la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, está elaborando las directrices, que presentará próximamente, sobre cómo deben tratarse "los activos tóxicos" de la banca en la Unión, para evitar distorsiones de competencia. Estos criterios se establecerán de acuerdo con el Banco Central Europeo.

Los ministros coincidieron "en identificar como cuestión clave la normalización del crédito", pero todavía no han logrado encontrar los instrumentos para que el dinero fluya, señaló una fuente comunitaria. La misma fuente precisó que en las condiciones actuales, en que la crisis aún no es aguda, existe renta disponible suficiente para conceder préstamos a los clientes solventes. "Si transcurren seis meses o un año", precisó, "sin que se reanude el crédito, se corre el riesgo de que se frustren las posibilidades de reactivación, que serán mucho más difíciles cuando la crisis haya empeorado y la tasa de paro sea más elevada".

En relación con la capitalización de la banca se perfilaron tres posiciones dentro del Consejo. Por una parte, la representada por el comisario Joaquín Almunia, el vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, y la ministra francesa Christine Lagarde, partidarios de pedir a la banca que aumente la concesión de créditos y no poner en marcha más planes.

Por otra parte está la postura del responsable de las finanzas británicas Alistair Darling, que ha puesto en marcha un nuevo plan de ayuda a la banca.

Una tercera posición es la representada por el ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbrück, quien se resiste a todo tipo de ayudas específicas al sector financiero, a pesar de la situación crítica que atraviesa dicho sector en su país.

Los bancos alemanes han saneado hasta ahora pérdidas por valor de 100.000 millones de dólares (77.000 millones de euros), lo que representa sólo una cuarta parte del total de activos dañados que estiman los expertos.

Pedro Solbes saluda a la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, ayer en Bruselas.
Pedro Solbes saluda a la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, ayer en Bruselas.EFE

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