"Este día los donostiarras nos transformamos un poco"

El torneo infantil y juvenil de fútbol Donosti Cup ha reunido en sus 17 años de existencia a 2.600 equipos (unos 48.000 chavales) de 48 países de los cinco continentes. Su director, Iñigo Olaizola, recoge hoy (12.30) en el salón de plenos el Tambor de Oro de San Sebastián, un galardón con el que el Ayuntamiento reconoce la positiva imagen que este torneo proyecta de la ciudad.

Pregunta. ¿Qué supone para usted este galardón?

Respuesta. Es un honor y un orgullo, pero también una responsabilidad. A partir de este reconocimiento, el trabajo en las ediciones futuras tiene que seguir siendo, por lo menos, tan positivo como hasta ahora o, incluso, más.

P. ¿Cómo vive usted habitualmente el día de San Sebastián?

R. De chaval nos reuníamos los amigos en el restaurante Patxiku Quintana, no porque tuviésemos mucho dinero, sino porque el hijo era de nuestra cuadrilla. Solíamos cenar allí antes de ir a la Plaza de la Constitución a la izada de la bandera. Años después, nos dio por ir a un asador en el barrio de Zubieta. Y los últimos años lo vengo celebrando más en familia, con los niños. Vivimos un poco la noche, pero estamos más pendientes del día y de la tamborrada infantil.

P. ¿No sale entonces en alguna tamborrada?

R. Salí varios años en la tamborrada infantil con el colegio Erain, que casualmente este año tiene los puestos de mando, pero luego ya no he vuelto a salir. Hay gente que tiene que estar tocando y otra, viendo. Yo me he decantado por lo segundo, aunque vivo la fiesta intensamente.

P. Este año, lógicamente, la celebración será distinta.

R. Esta noche [por ayer] voy a cenar en la sociedad Unión Artesana y luego acudiré a la izada. Mañana [por hoy] recogeré el Tambor de Oro e iré luego a la arriada.

P. Los donostiarras tienen fama de sosos. ¿Es injusta?

R. No sé si somos sosos o tímidos, pero hay algo de verdad. Cuando vienen equipos canarios, andaluces, argentinos, mexicanos... a la Donosti Cup vemos que tienen un estilo diferente. Pero el día de San Sebastián, basta con que nos pongamos un gorro de cocinero en la cabeza y ya nos transformamos un poco, nos desinhibimos y vivimos la fiesta con plenitud.

P. ¿Qué le parece la decisión del Ayuntamiento de no subvencionar a las tamborradas que no incluyen a mujeres tocando?

R. Es una medida un poco restrictiva, pero es coherente con el objetivo del Ayuntamiento de conseguir la igualdad. Es positivo que las mujeres también se sientan partícipes de la fiesta y a las tamborradas no les cuesta nada hacer un hueco a las mujeres.