Víctimas inocentes
El artículo de Martín Garzo, Los niños muertos, saca a relucir la verdad más terrible de las guerras: la de las víctimas inocentes. En este último conflicto entre Palestina e Israel, con centenares de niños muertos, tanto Hamás como el Gobierno israelí han antepuesto sus odios y sus intereses políticos a la vida de los más indefensos, unas vidas que deberían ser sagradas.
Antes de sacrificar a una sola de esas criaturas, o a cualquier otra vida, los responsables de una y otra parte, deberían haberse obligado, a llegar a unos acuerdos que las hubiesen salvaguardado.
Dostoievski hace decir a uno de sus personajes, Iván Karamazov, que en este mundo los únicos inocentes son los niños. Pues bien, para los de uno y otro bando, pretendidos creyentes en un Dios único y justo, la vida de esos niños parece importar poco o nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.