El Consell sitúa la lucha contra el paro por delante del gasto social

El Consell decidió ayer dar luz verde a un nuevo plan de apoyo a los sectores productivos para 2009 valorado en 335 millones de euros. Esta iniciativa se suma a otra por valor de 360 millones de euros aprobada la semana anterior para potenciar las políticas de lucha contra el desempleo. El montante de estos programas está previsto que se sufrague con cargo a los mayores ingresos que llegarán con el nuevo modelo de financiación autonómica.

La decisión supone, en la práctica, un cambio de prioridades en la agenda del Consell y del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que ha repetido hasta la saciedad que si se aplica el criterio de población en el nuevo sistema de financiación autonómica destinaría el dinero a sanidad, educación y servicios sociales.

"Los planes [contra la crisis] tendrán correlación con la nueva financiación"

Sin embargo, el Consell ha decidido emplear la financiación adicional que, previsiblemente, tendrá para hacer frente a una situación de crisis excepcional. "Para una situación extraordinaria hacen falta medidas extraordinarias", aseguró ayer el vicepresidente primero del Consell, Vicente Rambla, que reconoció que los dos planes aprobados, y valorados en cerca de 700 millones de euros, "tendrán correlación con el sistema de financiación". Rambla advirtió de que, aunque no se cumplan las previsiones del Consell respecto a la nueva financiación, el Gobierno valenciano "no dejará de hacer lo necesario".

Rambla admitió que el Consell está "trabajando con cantidades que entran dentro del marco [financiero] que supone el reconocimiento de población". "No habrá problema para financiar estas medidas [los planes contra la crisis] si Zapatero cumple con lo que le dijo a Camps y a la financiación que corresponde a la Comunidad Valenciana", sentenció.

El vicepresidente del Consell criticó al Gobierno socialista por supeditar la reforma del sistema de financiación autonómica a que Cataluña acepte los términos del mismo, aunque se negó a valorar el nuevo modelo hasta que no se concreten las cifras del reparto.

El portavoz del Consell insistió en que los planes aprobados son "medidas extraordinarias y no hay marcha atrás".

Las medidas de lucha contra el paro y las de apoyo a los sectores productivos, que el vicepresidente económico Gerardo Camps no pudo explicar ayer por una indisposición, son en realidad un refuerzo de las políticas ya existentes. Al tratarse de un refuerzo presupuestario de programas ya consignados el Consell se ha puesto a gastar el dinero ya consignado en las cuentas de la Generalitat para 2009 y cuando se acabe el dinero habilitará nuevas consignaciones de crédito para evitar que los programas (en su mayoría subvenciones) finalicen por falta de recursos.

En este contexto, el Gobierno valenciano y el Partido Popular volvieron a expresar su malestar por las movilizaciones de las organizaciones sindicales contra las políticas del Consell.

Rambla insistió en que el Ejecutivo de Camps ha dado sobrados ejemplos de concertación con los sindicatos y reiteró su sorpresa por el hecho de que éstos se movilicen contra la Generalitat y no contra el Gobierno.

Más allá fue el secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa, que tachó de "bochornoso" que los sindicatos no se manifiesten contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Los sindicatos han dejado de lado a los trabajadores para venderse al vasallaje zapateril", manifestó Costa, que hasta hace sólo unos días insistía en la capacidad de concertación del Consell con las organizaciones sindicales.

Por otra parte, el Consell decidió ayer destinar 5,3 millones a vivienda protegida y 2,7 a los institutos tecnológicos.