El Parlamento rechaza por unanimidad los "privilegios" en la financiación

Pese a los latiguillos despectivos, las frases hechas e incluso más o menos ingeniosas -Javier Arenas triunfó con la del "señor de los fondillos" para referirse a José Luis Rodríguez Zapatero-, el pleno del Parlamento andaluz acordó ayer unos mínimos comunes sobre la posición de Andalucía ante el nuevo sistema de financiación autonómica. Por unanimidad, socialistas, populares e Izquierda Unida sacaron adelante 16 propuestas resolución (seis del PSOE y 10 del PP) entre las que figura una del PP en la que se proclama el "firme rechazo a cualquier nuevo sistema que implique discriminación para Andalucía o privilegios para otras comunidades".

Esta es la segunda vez en menos de seis meses que la Cámara debate sobre el modelo de financiación y aunque singularmente el PP evita por todos los medios aparecer próximo a las posiciones del Gobierno de Manuel Chaves, lo cierto es que a la hora de votar las coincidencias no son menores. Los tres grupos de la Cámara están de acuerdo en que el nuevo modelo debe "garantizar" que ninguna comunidad disponga de menos recursos financieros, lo que en el lenguaje del Ministerio de Economía se denomina el mantenimiento del statu quo; y a que el modelo garantice "la igualdad de acceso de los ciudadanos a los servicios públicos fundamentales, independientemente de su lugar de residencia" con la creación de un fondo de garantía, ambas propuestas por el PSOE y también por el PP.

"No hemos dicho que sí, lo diremos cuando veamos los números"

Los populares también sumaron el apoyo de los otros grupos a su defensa de la "necesidad de reformar el sistema de financiación", pese a que la posición del líder del partido, Mariano Rajoy, es justo la contraria ya que apuesta por mantener el actual modelo, de 2001, con correcciones al aumento de la población.

Lo que votaron ayer juntos los grupos tiene su base en el Estatuto de Autonomía. Y aunque hoy se conoce el borrador del documento elaborado por el Gobierno central tras la ronda de entrevistas de Zapatero con todos los presidentes autonómicos, sigue faltando lo fundamental: los números, el cuánto le corresponderá a cada comunidad.

La posición del Gobierno andaluz, manifestada por el vicepresidente económico, José Antonio Griñán, es favorable al diseño de Pedro Solbes, porque asume la propuesta andaluza de ponderar la población en edad escolar, es decir más dinero, y la de los niños y los mayores en la sanidad. Pero Griñán rechazó que el porcentaje de gasto total que se vaya a destinar a los servicios públicos fundamentales (educación, sanidad y servicios sociales) bajen del 80%. A esta propuesta se enfrenta Cataluña que quiere limitarlo al 65% del gasto. "No hemos dicho que sí, lo diremos cuando veamos los números", aseguró. Griñan se mostró tibio a la hora de ligar el voto afirmativo al sistema con la resolución de la deuda histórica, como enfáticamente habían dicho los socialistas. Sí reconoció que esta era una "cuestión previa" y que en las negociaciones mantenidas las cifras que se manejan parten de un mínimo de 1.148 millones de euros. También mostró dudas acerca del Fondo de Cooperación porque desconoce en qué consiste.

Este fondo fue uno más de los ofrecidos por Zapatero en su ronda con los presidentes autonómicos, de ahí que el popular Javier Arenas lo llamase "el señor de los fondillos". Arenas acusó al Gobierno andaluz de "entregar la cuchara al primer segundo de la negociación" y vaticinó que el cambio "radical" de modelo se debe a la presión de los nacionalistas catalanes y está hecho "para las comunidades ricas". Según él, el sistema sólo será equitativo si "Andalucía es la que más gana".

Pedro Vaquero (IU) ligó el apoyo de su grupo a una negociación paralela de la financiación de los ayuntamientos.